13 agosto, 2007

DECLARACIÓN DE REBELDÍA A LA CORONA



Insertamos este texto elaborado por nuestro amigo y compañero republicano Jaume D'Urgell, para facilitar su difusión y debate. El autor no forma parte del Club Republicano Tres. No obstante, en la línea definida por el CR3 de cooperar a la integración de los republicanos y de rechazar cualquier espíritu de secta o capilla, nos complace facilitar el acceso a nuestra tribuna a quienes defienden propuestas republicanas, aunque no formen parte del Club Republicano

¿Hasta dónde alcanza el efecto de un golpe de Estado? ¿Cuánto debemos esperar para restablecer la normalidad? ¿Cómo llamar a un país cuya jefatura de Estado detenta un militar que no está sujeto a elección? ¿Es legal cooperar, exaltar y finalmente suceder a un genocida? ¿Defender la democracia equivale a provocar la guerra? ¿A quien deben lealtad los ejércitos de España? ¿Monarquía es sinónimo de democracia?

¿Son delincuentes los republicanos? ¿Es ultrajante desear la igualdad? ¿Es temerario pretender que todos los cargos públicos sean electos? ¿Por qué celebramos el día nacional con un desfile de personas armadas? ¿Es correcto que en pleno 2007, el titular de Exteriores deba coexistir profesionalmente con las ingerencias del colega, compañero y sucesor de Francisco Franco? ¿Es normal que el máximo exponente de lo público acuda a la medicina privada? ¿De dónde procede la autoridad del rey? ¿Es justo que no todas seamos iguales ante la Ley? ¿Quién paga las facturas de la familia real expulsada por el pueblo griego? ¿Por qué mientras el rey practica deportes como la vela o el esquí, miles de familias trabajadoras sufren desahucio bajo el peso de la precariedad laboral? ¿Por qué hay ciudadanos que fallecen de frío en las calles de Madrid, mientras el Palacio Nacional permanece vacío u ocupado por una sola familia?

¿Qué porcentaje de la población actual, ejerció el voto en 1978? ¿Qué explicación tiene el insondable enriquecimiento de la familia real? ¿Por qué el apartado H del artículo 62 de la Constitución Española de 1978 confiere al rey el mando supremo de las Fuerzas Armadas? ¿Es eso algo simbólico? ¿Simbólico quieres decir falso, como el artículo 47, o el 128? ¿Por qué el PSOE o el PCE —ambos partidos de izquierdas— defienden políticamente los intereses de la monarquía? ¿Es democrático impedir que la ciudadanía se pronuncie en las urnas sobre conflictos territoriales, forma de gobierno, separación de poderes, legislación electoral, gasto militar, estructura económica de la sociedad, relaciones internacionales o laicismo? ¿Quién toma las decisiones que a nosotros no nos permiten tomar? ¿A quién beneficia lo arbitrario? ¿Debemos reconocer la pretendida autoridad del rey?

IGNOREMOS LA AUTORIDAD DEL REY

No siento ningún temor en proclamar que el ciudadano Borbón es tan solo una persona más. El rey no solo no goza de ninguna autoridad, además, no me representa. El rey solo se representa a si mismo, y a un pasado de infausto recuerdo e inocultable memoria. Soy madrileño y el ciudadano Capeto es tan solo uno más de mis vecinos, porque yo soy un ciudadano y no el súbdito de nadie. Ni a mi, ni a mi queridísimo esposo, ni a mi madre, ni a mi padre, ni a mis amigos, ni a mis camaradas no se nos hereda como si fuéramos reses de un ganado, porque no somos cosas, no pertenecemos a nadie, somos personas.

Hago un llamamiento a todas las personas con sentido de responsabilidad y en pleno uso de su razón, para que me acompañen en esta declaración formal de Libertad. No se trata de desobediencia, se trata de emancipación civil pacífica: henos aquí, nosotros, el Pueblo, no reconocemos autoridad alguna en la monarquía.

LA MONARQUÍA ES FLOKLORE LEGAL

No faltará quien lo llame rebelión, bien, procedan, y júzguenme con garantías. Yo lo llamo sentido común, normalidad democrática, y aún: superación de lo ridículo. No estoy anclado en el pasado, no pretendo ni la crispación improductiva ni una vuelta al guerracivilismo, lo único que afirmo es que, del mismo modo que ya no toleramos que la jerarquía eclesiástica siga torturando y enviando a morir en la hoguera a los herejes, no podemos consentir que un rey, hoy, encabece la estructura de los poderes públicos, porque semejante anacronismo supone una reducción al absurdo de una tradición malentendida... estamos ante un exceso de celo colectivo en la obediencia al folklore legal.

Señor Juan Carlos, yo a usted le respeto como a cualquier otro trabajador, pero la pervivencia de su puesto de trabajo, en pleno 2007, se me antoja absurda, extemporánea, contraria al interés general, triste, clarificadora y —si me lo permite—, ridícula. Sí, produce vergüenza histórica, es, como si mi país fuera de los últimos en abolir la esclavitud.

Se me ha acusado de ultrajes a España por retirar una bandera impuesta por las armas y colocar en su lugar, la que todos nos dimos en libertad. "Ultraje", es una expresión muy dura, cuando lo cierto es que siento un profundo amor hacia todos los Pueblos de mi querida península Ibérica, islas y colonias —un cariño que, como persona de izquierdas, no es contra nadie—. Sí, un fiscal solicita cárcel por ultrajar lo absurdo. No importa. Es un honor, y la pena es leve, en comparación con el sufrimiento de los miles de personas que me precedieron. Personas a las que algunos no quieren reconocer —ni siquiera desenterrar—, ni saber quien las mató, ni por qué. ¿Por qué habrá quien sienta la necesidad de ocultar Historia y razón? ¿Les avergüenza lo que se pueda descubrir?

Hace más de 50 años que la ciudadanía Universal declaró solemnemente que todos los Seres Humanos nacemos libres e iguales, en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Y todavía hoy, aquí, hay quien pretende ignorar todo aquello que no le satisface. Aunque sea Ley, razón, justicia o voluntad popular.

Como en 1931, estamos en ciernes de unas elecciones. Por eso es tan importante que los trabajadores permanezcamos unidos —aún sin renunciar a nuestra identidad—. El PCE de hoy no es el de 1978, no lo son sus bases, al menos. El PSOE de hoy, tampoco es el de 1978. Además, la izquierda no se reduce a dos partidos. Y lo mismo podemos decir de las demás fuerzas... el pueblo no se reduce a la izquierda, están los liberales, y otras personas, que, aunque puedan pensar de un modo distinto, al menos desaprueban lo arbitrario. No hablo de pedir cuentas, ni de señalar a nadie... todo eso pasó. Hablo de hoy, con los pies en el suelo. De hoy... y del mañana.

¡Salud y República!

http://es.youtube.com/watch?v=GBdGVuHBJ10

Jaume D'Urgell