27 noviembre, 2007

Para la vida




Quiero dejar bien claro que el propósito de nuestros afanes es el de conseguir que en España se viva mejor, que se viva en paz y en democracia, que se viva dignamente.
Los llamamientos a la lucha revolucionaria, los recuerdos de penosos tiempos pasados, la reivindicación de cualquiera de los bandos que hace setenta años se batieron en España está, a mi juicio, fuera de lugar.
La generación de mis abuelos fracasó, pues fracaso es destrozar el país, anular la convivencia y propiciar la pérdida de tantos miles de vidas humanas que no fueron alumbradas por sus respectivas madres para acabar tempranamente en una trinchera, bajo los escombros de un bombardeo, junto a una tapia o en una cuneta.
El horror que crearon los españoles de la generación de mis abuelos les ha sobrevivido a casi todos y es un monstruo viscoso y terrible que todavía se alimenta con sangre humana.
Quiero creer que la inmensa mayoría de los españoles que lucharon hace setenta años entresí, habrían arrojado horrorizados sus armas, si pudieran haber visto los logros de su lucha fratricida: el dolor, el hambre,la destrucción, la miseria y el rencor que se sembraba a voleo en una sociedad a la que amaban tanto como para exponer su vida en su defensa.
No me guía, no nos guía en nuestro hacer más que el mismo amor a España y a los españoles que presupongo en los combatientes de antaño y desde luego que si, por un momento, pensase que mi/nuestro trabajo iba a tener el mismo fruto, abandonaría el intento de propiciar el advenimiento de la III República.
Ya está bien de cainismos en mi/nuestra Patria. Si de algo ha de servir la memoria histórica es para no repetir los mismos errores y para que aquellos compatriotas cuyos deudos se encuentran todavía desperdigados en el seno de España, en las anónimas fosas donde fueron inhumados por sus victimarios puedan, si es su deseo, acoger sus restos entre los de los familiares, que falleciendo posteriormente, tuvieron derecho a un entierro normalizado.
Este post ha sido dictado por el clima de crispación que una panda de descerebrados de distinto signo político está intentando que cuaje entre los españoles.
La imagen que lo encabeza, unos niños sonriendo, simboliza lo que no debemos olvidar jamás; que nuestro fin es el futuro amejoramiento de la VIDA de TODOS.
Por eso nos esforzamos y no por la gloria ni por el triunfo de nuestro criterio político.
Krlos Vilamallén (CR3)

07 noviembre, 2007

EL VECINO DEL SUR Y SUS AMBICIONES IMPERIALES




El reciente viaje a Ceuta y Melilla del primer magistrado de nuestra nación ha tenido una respuesta marroquí difícil de calificar. Sigue la tensión y los incidentes diplomáticos entre los gobiernos de Madrid y Rabat, entre ellos la retirada del embajador marroquí de la capital española y las amenazas del mismo monarca africano. Se trata, como siempre de gestos del Gobierno de Mohamed VI, que intenta presionar al español para lograr hacer factibles sus planes de anexión. Anexión del Sahara, anexión de Ceuta y Melilla, anexión de Canarias… y eso en referencia sólo a los conflictos de Marruecos con España. Pero es que la monarquía alauita no sólo tiene conflictos con nuestro país. El Reino de Marruecos tiene, entre otras muchas peculiaridades, la de estar enfrentado con todos sus vecinos. Los conflictos de Marruecos con Argelia y con Mauritania son también un serio motivo de preocupación en esa zona del Norte de África. Y es que el “vecino” del Sur, desde que alcanzó la plena independencia en 1956, ha sido capaz de tener conflictos militares y graves tensiones con todos sus vecinos, en los últimos 51 años.

Y sigue en esa línea. Y seguirá si no se toma una línea de política exterior muy diferente de la seguida por España en los últimos 32 años. Si recordamos, el periodo se inició con la bochornosa huida ante la "Marcha Verde" en plena agonía de Franco, y se ha cerrado este año con el apoyo escandaloso del Gobierno de Zapatero a las tesis anexionistas sobre el Sahara de Marruecos. El resultado es la creciente presión sobre otros territorios españoles. Españoles, sí, porque conviene precisar estas cosas, ya que existe toda una línea de argumentación en ciertas izquierdas españolas, basada en la ignorancia más rotunda, que postula la “devolución” a Marruecos de ambas plazas. Se engañan en eso los socialistas y los comunistas. Ceuta y Melilla se pueden entregar a Marruecos, pero no se pueden devolver, porque nunca le fueron arrebatadas. El Reino de Marruecos nació a mediados del siglo XVII y, para entonces, Melilla ya llevaba más de 150 años incorporada a España. Y Ceuta, sólo podemos devolvérsela a Portugal, que la ocupó hacia finales del siglo XV.

Sería conveniente que los promotores de la pretendida “devolución” a Marruecos de ambas ciudades nos explicasen eso de la “devolución”, pues no está nada claro cómo hacerlo y, de todos modos, en el caso de que fuese “devolución”, a quien no revertirían nunca sería a Marruecos. También, ya de paso, nos podrían explicar por qué las Naciones Unidas nunca han aceptado que la situación de Ceuta y Melilla sea colonial. Y es que la ONU nunca ha admitido las pretensiones marroquíes sobre ambas plazas.

Publius (del CR3)