15 abril, 2007

CONTRA LA NOSTALGIA DE LAS VIEJAS REPÚBLICAS



La fecha del 14 de abril se presta a pintorescos espectáculos de desbordamiento de sentimentalidad nostálgica y añorante del pasado. Un espectáculo que es penoso en los que lo sienten sinceramente, y que es vergonzoso en quienes aprovechan la efeméride para limpiar su corrupto “juancarlismo” cotidiano, como sucede con los socialistas del PSOE, los comunistas de IU, los falsos republicanos de ERC y otros, y los “progres” en general, que limpian su conciencia con la celebración. Un espectáculo, en fin, tan estúpido, como inútil y bochornoso.

Un verdadero republicano que permanece fiel a la idea de la República no puede caer en eso. Quienes promovemos la IIIª República hemos de ser, ante todo, intransigentes en los principios de libertad, igualdad y fraternidad, y de democracia política que la fundamentan, pues solo así podremos superar la oleada del oportunismo, especialmente del oportunismo izquierdista, que combina la nostalgia del pasado con la corrupción desenfrenada del presente. A quienes participamos activamente en la acción republicana, todo eso nos satura y nos aburre.

La historia de la República en España está inevitablemente asociada a la historia de dos fracasos. El del federalismo de la Iª República, que se pretende emular actualmente por los muy monárquicos nacionalismos periféricos, y el del parlamentarismo de la IIª República que dicen aspirar a restaurar los que la añoran. Respecto a estos últimos, debemos recordar que el Pacto de San Sebastián no definió la esencia ni el modo de crear la República, y ésta llegó de modo imprevisto, por la crisis de la monarquía, y se instaló en un Estado de pura precariedad. La IIª República fue primero destruida por los afanes de los revolucionarios y los errores de los republicanos. Y, luego, fue aniquilada por la guerra civil que no supieron evitar. Sólo quedó de ella la dignidad del sentimiento republicano, hasta que los partidos que dijeron defenderla, se aliaron con los restos de la Dictadura para legitimar el fraude político de la transición, creando la actual Monarquía de un Rey nombrado por Franco.

Sin conocer las causas de los fracasos republicanos y sin saber la naturaleza de las instituciones políticas necesarias para la IIIª República, las propuestas republicanas no son más que ridículos e inútiles ejercicios de sentimentalismo para adormecer almas cándidas, o para espolear aventurerismos irresponsables. La IIª República fracasó porque le faltó uno de los pilares de la libertad política, el de la separación de poderes. Fue un sistema representativo, pero no democrático. Por eso no logró evitar la guerra civil.

Ignorantes de todo ello, los republicanos de la nostalgia esperan que la República llegará de nuevo por azar, como fruto indirecto del avance de la democracia y de la autodestrucción de la monarquía partitocrática, cada vez más sumida en la crisis. Grave error, pues la falsa democracia de la Monarquía Partitocrática no traerá la República, sino que será la República la que instaure la verdadera democracia y la que derribe la monarquía.

Para los republicanos que realmente lo somos no vale la pena seguir suspirando por las fracasadas repúblicas fenecidas ni intentar imponer los viejos amores de la Iª o IIª República a las nuevas generaciones. Como dijo Trevijano, con cita de Santayana, “no hay tiranía peor que la de una conciencia retrógrada o fanática que desea oprimir a un mundo que no entiende en nombre de otro mundo que no existe”. Nada hay más contrario al republicanismo que seguir reivindicando el pasado de las viejas repúblicas fracasadas frente al porvenir de la nueva República a crear.

Ha llegado la hora de arrinconar las viejas historias, las apolilladas banderas, las telarañas mentales y la nostalgia del pasado. Ha llegado la hora de empezar a trabajar de verdad por la IIIª República Española. Este 14 de abril de 2007 ha sido el último en que hemos mirado hacia el pasado. Ha sido una mirada de adiós definitivo. No volveremos a la añoranza. Ya solo trabajaremos para el futuro.

Salud y República

Publius (CR3)

49 comentarios:

Anónimo dijo...

Amen.

Un fuerte abrazo republicano

Anónimo dijo...

Yo me acerqué al comienzo y salí corriendo en seguida. Para los que procedemos de los ámbitos "isabelinos", os diré que me encontré con Joaquín Rodero en la calle Barquillo, rodeado de un mar de banderas rojas. Claro que había más banderas rojas que otra cosa.

Como muestra, ved en este enlace la crónica de la cosa (llamarle manifestación me parece impropio):
http://kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=33808

Un auténtico horror.

Salud y República

Anónimo dijo...

No os quejéis en Segovia fue peor y más patético: dos convocantes (IU y Segovia de Izquierdas) mucha bandera roja, pocas muy pocas republicanas, 20 personas en cada convocatoria y al final sólo un grupo de rapaos con litronas tirados por el suelo y haciendo el ganso en la plaza de San Martín que es por donde más gente pasa los sábados en Segovia y una bandera tricolor en un banco: "patético".

Yo que como dice Avinareta, también procedo de los ambitos isabelinos, y como todos los años no me resisto a dar una vuelta para ver que es lo que se cuece el dia 14 de abril por la calle, iba caminando con mis hijos de 13 y 11 años y cuando vieron el espectaculo de los punkis dándole a la litrona con la tricolor me preguntaron: ¿papa esos son republicanos? y no me pude reprimir: "No hijos, no, esos lo que son es gilipollas".

Con esa tropa reivindicando la República, a ver quien tiene narices a explicarle, a los cientos de personas que vieron este "espectáculo" en Segovia, que la República es otra cosa.

Así que estoy con Publius, nos trae más cuenta mirar a la tercera que reivindicar la segunda. Al menos nos libramos de estos espectáculos bochornosos.

JuanLuBe

Anónimo dijo...

Para apolillados: la estanquera y el tio Trebi, ¿no te jode?. En la manifestacion de Cibeles habian entre centenares de banderas tricolores, algunas rojas ¿y que? ¿ tanto os molestan ? a pesar de todo el 90 x 100 de la manifa eran republicanos honrados y gente normal, ni pasaos ni gente rara, relacionaros que vivis en una burbuja. Salud y Republica

Anónimo dijo...

A Pla: dificilmente podia inventar el partido radical nuestra gloriosa enseña tricolor, antes de crearse dicho partido. A Pedro Gonzalez: el libro del gordito (Pedro Rico) sobre la bandera tricolor, es un coñazo y no aclara nada en absoluto, es corto pero pesado como su creador.

Anónimo dijo...

Estimado Germanicus:

Lerroux empezó con Ruiz Zorrilla y el Dr. Esquerdo, antes de que empezase en siglo XX. Y ya era un veterano republicano cuando fundó el Partido Radical, que fue el que popularizó la tricolor. Pedro Rico, autor del único texto sobre su historia, era radical. Lástima, para tu argumento.

En cuanto a la estadística de Ciudadano, me gustaría conocer los datos base para su 90%. ¿Cómo está seguro de que los honrados no eran el 89% o, quizás, el 91%?, ¿podrías mostrarnos las tablas de datos?

Por usar lenguaje soez y presentarte airado, no vas a tener más razón. Es más, el que parece j***** eres tú. Yo lo tengo muy claro, y Javier Ortiz (en El Mundo, de hoy, 16 de abril) también: las tricolores no eran las más abundantes.

Por otra parte, si la caterva de Joaquines Roderos, Corrientes Rojas, PCP, IU y demás amiguetes te parecen republicanos muy honrados, de paso explícanos tu idea de honradez republicana. Seguro que es tan pintoresca como tu comentario.

S&RC

Anónimo dijo...

Sres republicanos neocons:

Una vez más discrepo de su opinión.

Nadie tiene el copyright del republicanismo y nadie puede pretender monopolizar una tradición de pensamiento tan profunda y noble. Pero también tan diversa.

El republicanismo, que afortunadamentes es mucho más que oposición a la monarquía, tiene carácter tranversal y en su versión democrático-igualitaria, está sirviendo de instrumento de regeneración ideológica para la izquierda.

La democacia deliberativa o participativa, la libertad como ausencia de dominación, la suficiencia económica asegurada por mecanismos institucionales, no sólo por derechos formales, como presupuesto de la ciudadania, la intervención no discriminatoria del poder público para corregir situaciones de desigualdad, la primacia de la República para determinar el bien público frente a grupos e intereses privados son, entre otros, principios del republicanismo democrático que están renovando el discurso de la izquierda.

La abundante literatura republicanista de los últimos años inide en esta línea. No sólo el famoso Pettit, también Cass Sustein, Maurizio Viroli, Michale Sandel, Habermas y en España Antoni Domenech, Raventós, Andrés de Francisco, Félix Ovejero y muchos más.

Y en ese republicanismo cívico coincidimos republicanos de izquierdas,socialdemocrátas, ecologistas y marxistas no dogmáticos.

Otra historia distinta es que haya estalinistas carpetovetónicos que se agarren a la tricolor como un clavo ardiendo para sobrevivir políticamente.

Dicho lo cual, no considero que ese ese sea el único y verdadero republicanismo. Existe otro republicanismo de ráiz liberal como el suyo, que, por resumir, tiene un concepto de la libertad como ausencia de interferencia y prima el reconocimiento meramente formal de derechos y libertades, despolitizando las relaciones sociales privadas.

Todos, republicanos de izquierda centro y derecha podemos definirnos legítimamente como republicanos. Por tanto, se trata de vivir y dejar vivir, cada uno en su espacio ideológico y ámbito de actuación, sin obsesionarnos con antiguas querellas o romances frustrados.

P.D. Si tanto les molesta ver la roja junto a la tricolor, sólo puede deberse a unas inclinaciones sado-masoquistas insatisfechas que el 14 de abril vayan a curiosear a la manifestación de la izquierda. Hagánselo mirar.


Salud.

Anónimo dijo...

El Oftalmólogo del hombre con mala visión tiene tan mala vista como su paciente.

Por ejemplo ¿por qué no piensa que los que se acercan a ver lo que desean es tener información directa, y no de segunda mano?

Espíritu científico le llamoyo a eso que el Oftalmólogo citado considera enfermedad. Y es que todo es así en tus textos, estrábico facultativo.

Aciertas en señalar que el Republicanismo es algo diferente al mero anti-monarquismo. Pero luego nos facilitas una lista de conspicuos individuos entre los que se deslizan monárquicos vergonzantes. Habermas, sin ir más lejos, es hombre que ha recibido -y aceptado- honores de reyes como el de aquí, sin ir más lejos, valga la redundancia. Sobre Ovejero, Domenech y otros socialistas, no niego que sean muy socialistas, pero dudo de su republicanismo.

Por último, el republicanismo es la reivindicación de la Democracia Política, sin adjetivos. Ni deliberativa ni participativa, ni social ni económica, ni progresista ni conservadora, ni de derechas ni de izquierdas. Democracia política efectiva y sin ambages. Y ese es el problema de España, no otro.

En todo caso, un saludo.

Anónimo dijo...

Curiosa forma esta de reivindicar la República. Hay algo de Freudiano en esta forma. Curiosa forma esta, la de ser más crítico con la República que sus propios enemigos. Como reza el dicho: con amigos así no hacen falta enemigos. Curiosos, pero que muy curiosos. Cuando el brazo incorrupto de Santa Teresa en versión republicana (Sr. Trevijano) se jacta de que en su movimiento hay marxistas y fascistas trabajando por la III, sus seguidores aquí se dedican a deslegitimar a los que acuden a las conmemoraciones de la II con sus banderas rojas. Muy coherente. ¿No habíamos quedado que para trabajar por la III, todos bienvenidos? A ver si nos aclaramos. Totalmente de acuerdo con Germanicus, salvo el tono, y con el oftalmólogo de Azaña. Desde luego si esto sigue por este camino, el que os va a decir adios soy yo. ¿Dónde está la transversalidad de este movimiento? Ah, creo que se van a reeditar las obras completas de Trevijano, en eso está, a ver si os dais cuenta. Yo prefiero la colección de libros escolares que han puesto a la venta en los kioscos.
S&R

Anónimo dijo...

Sobre la intervención de Cromwell.-

Quizá lo que sea curioso de verdad es el planteamiento de Cromwell. Veamos:

1) La discrepancia como patología:

Tanto el pretendido facultativo de Azaña, como Cromwell, consideran patológicas (de orden freudiano para Cromwell, o innominado para el Facultativo) los planteamientos de quienes discrepan de ellos. Y yo me pregunto, ¿no os parece curioso que haya gentes que consideren "patológica" la discrepancia?

Recuerdo que eso de que los discrepantes eran tratados como enfermos mentales pasaba en ciertos regímenes, autodenominados "de izquierdas", que felizmente ya han desaparecido de los países del este de Europa. Qiuizá por eso a algunos nos produce tanto malestar ver ligada la República con las banderas rojas, y no deja de parecernos curioso que algunos ni siquiera le den importancia.

2) La crítica de las repúblicas fracasadas como tarea ajena a los republicanos:

Curioso me parece a mí el casticismo de Cromwell, que nos remite a eso tan impresentable de “con los míos con razón o sin ella”. La crítica de los fracasos republicanos españoles, que han sido dos, es una de las principales tareas teóricas de los republicanos de hoy, si es que aspiran realmente a algo más que al folclore sentimental.

Creo conveniente recordar que los principales críticos de las fracasadas Iª y IIª repúblicas francesas fueron los republicanos franceses, como Gambetta o Jules Ferry, quienes fueron curiosamente los creadores de la IIIª República Francesa. Tampoco estará de más recordar que los principales críticos del primer régimen republicano norteamericano, fundado en 1776, fueron Washington, Franklin, Jefferson, Jay, Hamilton, Madison, etc… y que fruto de esa crítica nació la Constitución Republicana Norteamericana de 1787. Y tampoco estará de más recordar que fue el republicano Lincoln el principal crítico de los resultados tangibles del régimen republicano norteamericano posterior a 1787, que mantenía la esclavitud de los negros, lo que le llevó a reformular la República entre 1860 y 1865.

Curioso me parece a mí que Cromwell nos aconseje no ser críticos con los errores de los republicanos del pasado, que llevaron a los fracasos republicanos de 1873-1874 y de 1931-1936. Pero no hablemos sólo del pasado. Como cualquier puede revisar en nuestra propia página web, los principales críticos del proyecto republicano australiano sometido al referéndum fallido de 1998, han sido, curiosamente, los propios republicanos australianos. Y me pregunto ¿por qué los republicanos españoles debemos obrar de modo diferente?, ¿sólo para que Cromwell pueda mantener su equilibrio emocional y su sensibilidad a salvo de sobresaltos?

Insisto, una de las principales tareas teóricas de los republicanos españoles es la crítica de los fracasos precedentes, para poder hacer una adecuada formulación del proyecto del futuro, la Tercera República Española, que es la otra gran tarea teórica de los republicanos españoles.

S&RC

Anónimo dijo...

No conozco a quien nos tilda de republicanos neocons, pero sí se de él que no puede ser republicano porque ni siquiera sabe lo que es la República salvo la negación de la monarquía heredada de Franco.

A los de las banderas, les digo que si son honrados y normales republicanos no comprendo por qué en vez de conmemorar la efemérides republicana lo que hacen es reivindicar su ideología.

Y a todos en general, estais discutiendo sobre ideología, no sobre política. Es normal cuando no se entiende que el problema es de índole político, por lo que ninguna ideología tiene solución al problema: No hay libertad política. Las ideologías a las que orgullosamente os abrazais hasta en sueños os arrebatan toda posibilidad de ver la República.

El resto es conflicto social de la igualdad, que nunca desaparecerá. Incluso con la República. Eso si, os garantizo que transcurridos 30 años de República las desigualdades sociales no continuarán siendo las mismas, se habrá avanzado lo que no se ha hecho en esta Monarquía.

La tercera república no advendrá como la segunda, tenemos que traerla. ¿Teneis un plan? ¿Podemos conocerlo? ¿el plan incluye banderas de colores? ¿sois capaces siquiera de dialogar con alguien que no comparta vuestras respectivas ideologías?
¿Entra en vuestro entendimiento que para traer la democracia, la república, hace falta tener la hegemonía en la sociedad civil?
¿habeis considerado que la república es mucho más que vuestra ideología, que está en otro orden de magnitud?

Cuanto prejuicio, cuanta desgracia. Quitaos los párpados de hierro.

un abrazo

¿considerais la vuestra superior moralmente a cualquier otra?
¿Sabeis vivir sin ideología, o sea con valores e ideas?

Anónimo dijo...

"Los críticos pero bienpensantes con Zapatero y su PSOE creen que éste tiene la firme convicción de que los más profundos problemas políticos pueden solventarse mediante ingeniosos juegos de palabras. Un ejemplo de esto sería la sustitución del término "nación" en las reformas estatutarias por "realidad nacional". Es el argumento de la izquierda estúpida y/o traidora para demostrar lo "inofensivo" de dichas reformas. Es un reduccionismo pueril, sólo creíble por iletrados y analfabetos, creer que la lucha política puede quedar reducida a cuestiones lingüísticas. Los adversarios de Zapatero se consuelan dibujándolo como un Bambi, simple y bobalicón, que intenta hacer trampas a unos y otros con juegos semánticos. Pero los enemigos de Zapatero creen lo contrario: que la acción del gobierno socialista de Zapatero está perfilada por unos ejes políticos claros y planificados en las más altas instancias del poder psocio-prisista.

Se van a cumplir diez años de la irrupción en el erial español del denominado espíritu de Ermua. Aquello fue un hito en nuestra historia actual. El sacrificio de Miguel Ángel Blanco, un militante del PP, llevó a la calle a millones de españoles. La idea liberal de España ya tenía su mártir. Se inició un proceso de toma de conciencia política en la sociedad que ha acabado desembocando en el actual movimiento patriótico liberal español. Y se inició entonces el principio del final de la impunidad y el chantaje de los nacionalistas antiespañoles. Lo supieron entonces y los saben ahora. Están en una cuenta atrás. Cada día que pasa renace el patriotismo español y disminuye la indiferencia entre la ciudadanía. Por ello se lanzaron a tumba abierta: organizaron el frente nacional vasco en Estella, apremiaron a ETA, coordinaron su ofensiva con los nacionalistas antiespañoles de Cataluña y acudieron al PSOE. Y éste pactó con ellos.

El precio fue España. Sus fragmentos se los repartirían sociatas y etnicistas antiespañoles. El PSOE descabezó su sección vasca defenestrando a aquellos dirigentes que habían iniciado el viaje de reencuentro hacia esa cierta idea de España liberal y constitucionalista. Su nueva dirección vasquista pactó con ETA-Batasuna mientras en Cataluña, su sucursal catalanista hacía lo mismo con independentistas de diversa calaña: conservadores oportunistas, ex terroristas y postcomunistas. Una vez en marcha el tren, los demás barones locales no podrían quedarse en el tren y se irían sumando uno a uno. Mientras, sus pregoneros del agit-prop tenderían nubes de humo con la cantilena de que "España no se rompe".

Hoy, a punto de cumplirse el décimo aniversario, la alianza PSOE-nacionalistas antiespañoles se muestra en pleno fragor. Saben de la trascendencia de los símbolos en la lucha política, de sus efectos movilizadores. En el ayuntamiento de Ermua han pavoneado su ignominia. Han escenificado su ofensiva sibilina y torticera. Han pedido que el Foro Ermua, encarnación de ese espíritu patriótico liberal pierda su rasgo identitario, que deje de ser un símbolo movilizador. Y el gobierno de Zapatero les ha respaldado. ¿Detalles sin importancia? ¿Jalones de un plan político?"

[Fuente: www.clubjacobino.blogspot.com]

En el debate republicano que exponemos aquí, aunque es necesario discutir sobre lo que fueron las dos repúblicas anteriores, al pensar sobre la III; creí conveniente tratar el tema de la territorialidad, sabiendo que el camino a la Libertad esa extrema derecha zapateril no nos lo íba a poner fácil.

Por lo demás, de gente que fueron a ofrecer su bibliografía social libertaria, me dijeron que con diferencia al catorce del año pasado, ésta vez resultó más compacta y monolítica. No pudiendo ofrecer con la misma alegría que otras veces su postura disidente.

Anónimo dijo...

Querido Pla, ves cómo te traiciona el subsconsciente... Ahí está mi intervención y de ella no se puede colegir nada de lo que señalas. Ni apelo a los sentimientos, ni niego el derecho, es más, el deber de criticar lo criticable. Cómo tampoco hablo de las banderas para nada. ¿Estás seguro de que me querías contestar a mí?
No querdio Pla, yo apelo a la coherencia. ¡Qué gran oportunidad perdida! Si estamos hablando de mirar al futuro, podiais haber hecho un texto glosando las excelencias de los actos programados por el CR3 en torno a la III en fechas pasadas. Si estamos hablando de futuro, se podía haber puesto de relieve los objetivos, metas y logros alcanzados. Sí querido Pla, hay algo enfermizo en ese reafirmar el futuro a partir de denigrar el pasado. Pero bueno, para eso está el MCRC que ya está aglutinando todo lo aglutinable (comunistas, fascistas, anarquistas, etc. Trevijano Dixit), al final lo único que no os va a quedar son republicanos. Y por favor, no me hables de prácticas Stalinistas, aún recuerdo cierta escena en una muy conocida cafetería madrileña, en la que cierto personaje que tu y yo sabemos se mostro como una mezcla de la pantera rosa y Stalin.
S&R

Anónimo dijo...

Dejemos a Cromwell con sus "recuerdos" (palabra que usa él) y con lo "enfermizo" (palabra que usa él) y veamos que hay del republicanismo y de la coherencia republicana.

Hablar de República y de Republicanismo en España, en 2007, es hablar de Antonio Gracía Trevijano, para bien y para mal. Para bien, porque es el único republicano que ha sabido mantener la coherencia del Discurso de la República cono Discurso de la Democracia Política. Para mal, porque ese discurso es, todavía, sólo el de Gracía Trevijano, este Club Republicano Tres y algunos más.

Para tratar las cuestiones de coherencia, en especial al referirnos al pasado de los republicanos y la necesidad de una servera revisión autocrítica desde, por y sobre el republicanismo, vaya el siguiente texto de Azaña:

"Nuestro pueblo es creador de ortodoxias y se empeña en sustraerlas a la acción del tiempo. Mucho me temo que, en lugar de poner en movimiento el cacumen y esforzarse en ordenar la inmensa materia acarreada por la guerra y sus circunstancias, recaigan los más en parálisis, y se constituyan en republicanos históricos, mantenedores de una tradición que, por violada que esté, les parecerá siempre virgen. Y habremos de ser guardadores de la República del 14 de abril, o de un texto abolido, o de una memoria putrefacta... Actitud que gusta mucho en nuestro país, porque tiene además la apariencia de la lealtad, de la fidelidad. A mijuicio ha de hacerse lo contrario. Y no bastaría echar piel nueva. Si hemos de pasar como españoles de muerte a vida, si nuestro país no ha de ser un pudridero en que la víctima y el verdugo se corrompan juntos, si ha de lograrse una transfiguración del espíritu nacional a favor del escarmiento apadrinado por la locuray la estulticia será volviéndose de cara a la realidad del sentir español, que no puede haber desperdiciado la lección y aprovecharlo para fundar algo nuevo, quemando no solamente las bambalinas y los bastidores, sino la letra y la solfa de las representaciones caducadas."

Esa era para Azaña, el 26 de febrero de 1940 (esta es la Carta de esa fecha a Esteban Salazar, pag. 555 del Vol. III de sus Obras Completas) la cuestión para poder volver a hacer republicanismo en España, entonces, y esa sigue siendo a mi juicio la cuestión para poder seguir haciéndolo en 2007.

S&RC

Anónimo dijo...

Trevijano siempre contó con el apoyo de los republicanos en los tiempos de la transición. El texto publicado en nuestra web de Emmanuel Riera Clavillé (Secretario General de ARDE), aparecido en 1978, lo deja muy claro:

http://www.club-republicano.com/articuloRIERA1978.htm

Anónimo dijo...

Últimamente se está debatiendo en este blog acerca de la bondad o no de las opciones republicanas en España.
Está muy bien que debatamos los republicanos patrios sobre los temas que nos importan y atañen, siguiendo el debate diferencio dos puntos de vista respecto de dichas opciones:
Por un lado se alinean aquellos de nosotros que todavía sangran por la herida de la II República, estos republicanos sienten que toda crítica, por documentada que esta sea, es una afrenta a su memoria y, viniendo de un republicano, una traición imperdonable.
Por el otro están aquellos de nosotros que, restañada ya la herida, son capaces de mirar críticamente un pasado sensible, a fin de precaverse de cometer los mismos o parecidos errores de nuestros predecesores en la senda republicana.
De KAOSENLARED.NET, entrecomillo dos párrafos de su crónica de la mani del l4 de abril, que ayudarán a visualizar mi pensamiento:
" Había pancartas, por supuesto… pancartas firmadas por los más diversos partidos y movimientos sociales, pero las bases se difuminaban sin formar grupos homogéneos. Se diría que el Pueblo quería dar ejemplo de unión. Unos lucían signos partidarios, otros no… poco importaba para el particular, el hecho es que por una vez, el ambiente era de unión. Unión sin fusión, pero unión a fin de cuentas.
Producto de esto, ha sido la mezcla de tricolores con esteladas, ikurriñas con pendones, pacifistas con anarquistas, verdes, y como no: miles de banderas rojas, tantas como republicanas."
La República es una manera de organizar el Estado y debe amparar por igual a los ciudadanos con independencia de la ideología que éstos tengan.
Particularmente el brillo de tantas banderas rojas, como recoge el cronista, no me ofende, pero considero que impide que la mitad más o menos de mis conciudadanos puedan apreciar la idea republicana y no sentirla como enemiga suya.
Para que la III sea y permanezca, ha de ser deseada y apoyada por la inmensa mayoría de los españoles y, desde luego, eso no será posible si no erradicamos el ya tradicional sectarismo de nuestros corazones.
Espero que esto lo pueda entender mi colega oftálmico, tan amante de las etiquetas ideológicas que proyecta sobre los demás tratando de camuflar su marxismo vergonzante pues, a estas alturas de la Historia, el canto épico-revolucionario no engaña más que a los púberes o a los incautos y es indicio de sinvergonzonería política.
Aprendamos del error de nuestros mayores que se consideraban republicanos de izquierda, siendo para la patulea afín al oftalmólogo azañista unos "jodidos burgueses" forzosamente extirpables y para sus verdugos unos "jodidos rojos" igualmente extirpables y, ¡ay dolor!, finalmente extirpados.
Hermanos republicanos: Dejémonos de mandangas y laboremos por una República sin adjetivos; libre y limpia en su prístina desnudez democrática y que aquellos que no puedan apartar de su pensamiento el sectarismo sigan "profesando" en la II, igual que si lo hicieran en una secta o en una orden religiosa.
S&R

Anónimo dijo...

Creo que tanto Carlitox como el Proctólogo (¡vaya "palabro"!) de Vladimir apuntan a una misma cuestión: si queremos la República, va siendo hora de abandonar sectarismos e ideologías, que por ahí no se va a ninguna parte.

Deseo expresar a ambos mi total acuerdo.

Salud y República

Anónimo dijo...

Ay querido Pla. Dejemos a Cromwell con sus recuerdos, y vas y me largas una cita de D. Manuel. Dado que esta cita ya la has usado en este foro varias veces para lo mismo, habrá que aclarar lo evidente. En el momento en el que D. Manuel escribe esto, el debate entre los republicanos es si se deben mantener las instituciones y la legalidad republicanas en el exilio. Y, por supuesto, a eso D. Manuel se niega. Y como aquí nadie está abogando por restaurar la II, ni sus instituciones, la cita es tramposa querido Pla. Porque hacer uso de eso, para a continuación decir que de ese pasado no nos sirve nada, ni encontramos a nadie digno de respeto, pues media un abismo. Cuidado con las citas, las memorias y la visión parcelada de la historia. En la última carta de D. Manuel dirigida a Giral dice lo siguiente: "También parece probable que si la situación de nuestro país cambiase, las soluciones intermedias tendrían más favor que otra cualquiera". Algunos han querido ver aquí un guiño o una aceptación de la monarquía como solución intermedia. ¿Se refería a eso D. Manuel?.
E insisto, algunos os parecéis al Psoe, "Mirando al futuro", y no paran de hablar del pasado. Aquí lo mismo, poco hablar de la III, y mucho hablar de lo fallida y felones que fueron los de la II.
Como todo en esta vida, hay dos formas de hacer las cosas. la primera en clave positiva, insistiendo en lo que se es, y convenciendo. La segunda manera en clave negativa, inistiendo en lo que no se es, y por lo tanto denigrando a aquellos que no están conmigo. De un tiempo a esta parte nos hemos decantado por esta línea, pues muy bien, ya veremos a dónde nos lleva. Yo creía que el CR3 se había fundado para convocar a los no convencidos...pero como diría Ortega: "No es esto, no es esto".
Y dado que ya se ha proclamado el año cero de los republicanos españoles, una pregunta: ¿el año que viene se nos convocará el 11 de febrero ante la estatua de Castelar?
S&R

Anónimo dijo...

Sobre la última intervención de Cromwell.-

Dice Cromwell:

“Ay querido Pla. Dejemos a Cromwell con sus recuerdos, y vas y me largas una cita de D. Manuel. Dado que esta cita ya la has usado en este foro varias veces para lo mismo, habrá que aclarar lo evidente”

He revisado las 14 líneas de debate abiertas en este Blog desde su creación en noviembre de 2006, y no he visto la cita a que se refiere Cromwell ni una sola vez. Y me pregunto: ¿Por qué nos dirá Cromwell algo que no responde a la verdad?, ¿es esta la única vez en que le pasa esto a Cromwell?, ¿se equivoca o falta a la verdad? Yo no lo se. Quizá nos lo explique él más adelante y saldremos de dudas.

Dice Cromwell:

“Y como aquí nadie está abogando por restaurar la II, ni sus instituciones,”

Lo celebro. Os aseguro que leyendo los textos de Cromwell me quedan dudas. Si no se pretende restaurar, ¿por qué y para qué reivindicarla tanto?, ¿por qué y para qué atacar tanto a quienes se muestran críticos con esa experiencia republicana? Quizá más adelante Cromwell nos lo explicará.

Dice Cromwell:

“la cita es tramposa querido Pla. Porque hacer uso de eso, para a continuación decir que de ese pasado no nos sirve nada, ni encontramos a nadie digno de respeto, pues media un abismo. Cuidado con las citas, las memorias y la visión parcelada de la historia.”

No es tramposa, sino que es inequívoca. Y hay un montón de citas de Azaña coincidentes, si bien pocas tan claras al respecto como la puesta. Por otra parte, lo de visión parcelada de la Historia quizá nos lo explique también más adelante más adelante. De momento, como en todo lo anterior, no pasa de ser una pura declaración descalificatoria sin ningún soporte: una acusación falsa.

Dice Cromwell:

“En la última carta de D. Manuel dirigida a Giral dice lo siguiente: "También parece probable que si la situación de nuestro país cambiase, las soluciones intermedias tendrían más favor que otra cualquiera". Algunos han querido ver aquí un guiño o una aceptación de la monarquía como solución intermedia. ¿Se refería a eso D. Manuel?”

No lo se. Quizá también nos lo pueda aclarar Cromwell más adelante.

Dice Cromwell:

”E insisto, algunos os parecéis al Psoe, "Mirando al futuro", y no paran de hablar del pasado.”

Vuelve aquí Cromwell a la descalificación sin más. Quizá en otro momento tenga a bien explicar el por qué de sus diatribas y, sobre todo, en que hechos las fundamenta.

Dice Cromwell:

“Aquí lo mismo, poco hablar de la III, y mucho hablar de lo fallida y felones que fueron los de la II.”

Cromwell no debería pluralizar en este punto. Si habla por él, él sabrá. Los demás respetamos mucho a muchos -casi todos- los republicanos. A los republicanos, no a otros. No respetamos ni apreciamos mucho a los comunistas, ni a los socialistas, ni a los nacionalistas vascos y catalanes. Pero es que esos, de republicanos, nada de nada. Quizá Cromwell tenga simpatías por ellos, no lo se, espero que no.

Dice Cromwell:

”Como todo en esta vida, hay dos formas de hacer las cosas. La primera en clave positiva, insistiendo en lo que se es, y convenciendo. La segunda manera en clave negativa, inistiendo en lo que no se es, y por lo tanto denigrando a aquellos que no están conmigo. De un tiempo a esta parte nos hemos decantado por esta línea, pues muy bien, ya veremos a dónde nos lleva. Yo creía que el CR3 se había fundado para convocar a los no convencidos...pero como diría Ortega: "No es esto, no es esto".”

Personalmente siempre he creído que hay, al menos, tres formas de hacer cosas en esta vida: Bien, regular y mal. Además del puro “no hacerlas”, que les pasa a muchos. También estarían las distintas graduaciones que se pueden añadir a las tres señaladas: Muy bien, bien, regular, mal y muy mal. De manera que me salen, de entrada, seis (las últimas cinco y el abstencionismo del “no hacer”). Y es que quienes miran la vida exclusivamente en dicotomías, en términos de blanco y negro, positivo y negativo, bueno y malo, amigo y enemigo, etc., tienden a equivocarse y, lo que es peor, al maniqueísmo, al sectarismo, al egocentrismo y otras cosas por el estilo. El hecho de que no seamos fervientes reivindicadotes de las dos repúblicas españolas fracasadas no significa negativismo alguno. La revisión de la amplísima actividad desarrollada por el Club Republicano Tres en el primer trimestre de este año y de las expectativas que con se nos han abierto, desmiente mejor que nada la crítica que formula Cromwell, que queda, como en los casos anteriores, en la pura descalificación sin referencia alguna con la realidad.

Dice Cromwell:

”Y dado que ya se ha proclamado el año cero de los republicanos españoles, una pregunta: ¿el año que viene se nos convocará el 11 de febrero ante la estatua de Castelar?”

Como siempre, volveremos a celebrar el 11 de febrero y el 14 de abril. Y, como siempre, lo haremos en lo que tienen de celebración republicana conmemorativa, y no en lo que pretenden algunos de hacer apología de las repúblicas fallidas. Celebramos esas fechas en lo que tienen de hito memorable, no en lo que tienen de desastre. Celebramos las dos repúblicas, como lo hacemos con la Revolución Francesa, como momentos importantes en la Historia y no por gusto de la guillotina. Además, si en 2008 Cromwell nos honra con su presencia en la cita del 11 de febrero, habrá uno más que en los últimos años. También seremos uno más en la conmemoración del 14 de abril si, a diferencia de lo sucedido en los últimos años, Cromwell tiene a bien acompañarnos.

S&RC

Anónimo dijo...

A Cromwell,
Estimado D. Oliverio, creo que se equivoca identificando con la II República Española a una serie de partidos y organizaciones sociales que, nominalmente republicanos, hicieron todo lo que estuvo en su mano para desestabilizar a la misma.
Curiosamente dichos partidos y organizaciones llevan desde 1978 apuntalando al heredero de Franco y su Corona, sin dejar de ser republicanos. ¡Curiosa manera de serlo!.
A Vd. D. Oliverio no le gusta el Sr. García Trevijano y está en su derecho, aunque motejarle de "brazo incorrupto..." no deja de ser una falta de respeto a la dignidad de un señor mayor que a Vd., que yo sepa, no le ha faltado.
Sin duda, D. Oliverio, Vd. habría redactado el post de otra forma y le ruego que haga uno y lo mande al correo del CR3 para su publicación en este blog, pues ya sabe que aquí interesan todos los puntos de vista republicanos no sectarios.
Pero sobre todo, D. Oliverio, deduzco por el contenido de sus comentarios que a Vd. no le gusta Pla; y ante eso solo puedo aconsejarle que no se case con él.
No lo haga D. Oliverio, pero admita que Pla tiene derecho a tener una opinión propia sobre cualquier tema y a expresarse consecuentemente con ella.
Este blog nació con la vocación de servir para el contraste de pareceres entre los republicanos y utilizarlo para dirimir rencillas personales és rebajarlo.
No dude en utilizarlo para expresarse libremente compartiendo sus opiniones con los demás.
Le saludo con afecto.
S&R

Anónimo dijo...

Estimados amigos: Han hechado a la Libertad a un basurero; eso es lo que han hechos las escuadras azúles de Zapatero, que para nosotros es un escollo grande para la venida de la III, tal como la queremos: libre.

" Hermann Tertsch del Valle-Lersundi 19/04/2007 14:35




Hermann Tertsch del Valle-Lersundi (Madrid, 1958) ha dejado de trabajar para El País después de 22 años en ese periódico. Su palabra discordante con la línea editorial del rotativo en temas de política nacional le ha llevado a la dirección de El País a prescindir de sus servicios, en lo que muchos han entendido como una purga dentro de la redacción del primer periódico en ventas de España.

Tertsch entró a trabajar con El PAIS en 1985 procedente de la agencia EFE. Fue corresponsal de El País en Bonn y Varsovia y, posteriormente, para Europa Oriental y cubrió el estallido de la guerra de los Balcanes. De 1993 hasta 1996 fue subdirector de El País y jefe de la sección de Opinión. Desde entonces ha trabajado en el mismo como enviado especial y entrevistador, editorialista y columnista. Ha sido y es colaborador de numerosos medios de comunicación españoles y extranjeros. Es una de las voces más críticas del periodismo español con la actual política del Gobierno del PSOE y con la figura de su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero.



¿Cuál es su situación profesional tras la salida de El País?

Mi situación es, ni más ni menos, la de un profesional que busca trabajo después de haber abandonado una casa en la que estuvo 22 años, en la que hizo prácticamente todo lo que pudo ambicionar, con magníficos amigos, jefes y colaboradores. Sin olvidar por supuesto el recuerdo de mi paso por la agencia EFE. Pero es evidente que han sido Juan Luis Cebrián y Jesús Polanco, también Jesús Ceberio y antes Joaquín Estefanía, los que me prestaron confianza para hacer lo que he hecho. Por ello les estoy profundamente agradecido.


¿Que hayan prescindido de su trabajo en El País es un ejemplo de una prensa, y de unos medios de comunicación en general, que en España cada vez más son voces de partido?

No sólo. Siempre hubo tendencias, líneas editoriales y posiciones empresariales y siempre han sido muy legítimas. Las barricadas actuales son otra cosa. Y el emponzoñamiento surge en la política y desde allí se transmite hasta instalarse, en los medios. Ha llegado al poder y a la influencia no ya una generación, sino una especie de grupo afín -llamarlo escuela de pensamiento sería realmente un abuso-, cuyos miembros se mueven, actúan y coordinan de forma similar a la secta, en el sentido de que temen y combaten todo lo que no consideren cubierto por el paraguas de su organización de protección mutua. José María Aznar tendría sin duda muchos defectos y cometió graves errores. Su capacidad de generar no ya antipatía sino odio debería ser materia de estudio en el futuro. Pero era un político homologable a los líderes de la Europa democrática del último medio siglo. No así su sucesor en Moncloa. Creo que la nueva generación que llegó al poder bajo Rodríguez Zapatero y sólo gracias a toda una concatenación increíble de accidentes insólitos es la peor cosecha de los fracasos de la sociedad española tras el franquismo. Los denominadores comunes de la misma son la mediocridad y un relativismo tan profundo que hace que sus miembros sean perfectamente inmunes a cualquier discurso que no sea su propia letanía sectaria. Miedosos e insensatos a un tiempo, sectarios, incultos y por ello perfectamente inmunes a la autocrítica, son gente por talante mucho más cercana a los aparatchiks de los regímenes autoritarios o totalitarios que al político humanista de una sociedad abierta democrática.

Gente poco preparada en general, ve enemigos en todo lo que está fuera de sus pequeños mundos. A esa gente –y no hablo de mi ex periódico, hablo de eso que llaman genéricamente progresismo, tan bien representado por esa tropa de miles de intelectuales que heroicamente defienden al poder contra toda crítica y quieren imponer silencio a la oposición, con esa actitud que nunca se llamó intelectual sino servil, lacayuna, interesada o sencillamente indigna-, le es fundamental un enemigo máximo. Aquí está la clave de esa cohesión forzada bajo mediocres que lleva a una selección en la que los peores siempre tienen las mejores oportunidades de medrar. ¿Quién se podía imaginar al secretario de un partido socialdemócrata europeo centenario como el PSOE en la figura de un personaje como José Blanco?


¿Cómo ha ocurrido?

Todo tiene explicación y antecedentes. Cuando el sectarismo ideológico, como embozo de la incapacidad intelectual, acaba primando de forma total sobre la profesionalidad, la autoestima, sobre la percepción de la dignidad personal o sobre la más evidente realidad, se impone de forma terrible lo que en el siglo XX se dio en llamar la “selección negativa”. Un elemento clave de la formación, definición y catadura de los partidos esclavos de sus estructuras y, especialmente, de los fascistas y comunistas. Hoy vemos esa selección negativa de forma abrumadora y sólo hay que pensar en el propio presidente del Gobierno o su entorno, su secretario de organización o, si se quiere cavar aun más, en el presidente del Senado, don Javier Rojo. Todos ellos parecen llegados al partido no bajo el lema de “la libertad, la dignidad, el servicio al Estado” sino bajo el de “juro por Dios que jamás volveré a pasar hambre”, como un grotesco grito desde el “Tara” de las gentes que nunca ha hecho nada en su vida sino medrar en agrupaciones y escalar en el aparato del partido a codazos o puñetazos. Insidias y ajustes de cuentas con tal de no caer en su nivel de ingresos al que demandarían sus méritos inexistentes.

Se han escrito muchos volúmenes respecto al ascenso de los peores como imposición de la ideología o la obediencia lacaya. Sebastián Haffner, Hugo Trevor Roper, Thomas Mann, Arthur Koestler, Miklos Haraszti y mil otros en entreguerrra y posguerra han intentado explicar por qué se generaron y generan dinámicas políticas en las que los peores en catadura y formación son los que medran y escalan y por supuesto sabotean por interés propio todo mecanismo de meritocracia. Los mediocres se rodean de otros a los que desprecian para no sentirse cuestionados y éstos a su vez hacen otro tanto. Hasta llegarse a la situación en la que todos saben que deben el cargo a favoritismos y no a méritos propios y son por tanto dependientes y obedientes. Mientras, otros que no cabrían en la definición de aquellos, se acobardan, calculan sus riesgos, piensan en las consecuencias negativas de la insumisión o no consideran que el resto de la humanidad merezca que ellos arriesguen algo para avisar sobre los peligros que se ciernen sobre la sociedad.


El tema de moda es la crispación, pero ¿hablar tanto de crispación no es una pantalla para que los políticos evadan la responsabilidad de sus actos?

¿Qué es la crispación? ¿Que parte de la sociedad reaccione indignada por la pasividad e indiferencia ante el crimen y el abuso? Crispa ante todo esa actitud de indolencia ante los dolores y el miedo ajenos, si todos los días vemos que nuestros poderes gobernantes están mucho más de acuerdo en herir a gran parte de la sociedad que en hacer frente a los asesinos. Y crispa ver que hay grupos privilegiados por este poder que parecen haber formado un pacto con el poder para vivir subvencionados de la ofensa regular a otras partes de la sociedad. ¿Y no es crispación el miedo? Está repleta esta sociedad de listos incapaces de asumir riesgos que dicen tener miedo a quienes no les amenazan jamás. Está llena de quienes desde el insulto quieren dar consejos a los cristianos. Quienes desde el desprecio recomiendan discreción a las víctimas del terrorismo. Los que han acabado creyéndose que hubo víctimas mortales –humanas, no moluscos- en el Prestige y no se acuerdan de los muertos en el incendio de Guadalajara. Existe esa repugnante superioridad moral de quienes coquetean con fusilar al amanecer y jalean a Carrillo no ya por su labor tan meritoria en la transición que todos aplaudimos en su día sino por sus actitudes antifascistas en la Guerra Civil entre las que destaca la liquidación de siete mil inocentes en Paracuellos. El anciano Carrillo, otra vez en su salsa, presume muy significativamente ya mucho más de la guerra que de la transición.


¿Existe también crispación en los medios de comunicación?

Por supuesto y muy fundamentalmente. Pero aquí también se ha extendido ya en gran medida lo que antes he querido describir con la selección negativa. En el aparato del Estado suben espectacularmente gracias a ese poder de succión –existente en el PP, omnipresente en el PSOE y total en los partidos nacionalistas- que lleva al poder e influencia a gente con menos preparación, menos escrúpulos y sobre todo menos posibilidades de tener una vida medianamente decente y próspera fuera del fango político en el que han crecido y se han aupado. Este sistema de selección negativa lleva implícito un inmenso poder de intimidación. En esta sociedad mediática es imprescindible para ello la colaboración de los medios o su utilización. Es evidente que la para nada justificada hegemonía moral de la izquierda en España –ya rota en países como Francia, Reino Unido o Alemania- tiene el efecto de mantener como rehenes no ya a los autodenominados intelectuales sino en general al discurso periodístico. Hasta niveles grotescos. Y esto no cambió en absoluto en ocho años de Gobierno de la derecha en España. Llegados al punto de deterioro actual de la convivencia, uno de los resultados más concretos de la legislatura socialista, está claro que el rufianismo político de Pepinho Blanco –al que en absoluto son ajenos el presidente, su vicepresidenta etc- ha movilizado a mucha gente de similar catadura para su campaña de destrucción de una alternancia y por tanto una alternativa democrática al régimen frentepopulista que promueve la secta intelectual en torno a Zapatero. Cuando se tiene voluntad de gobernar contra la mitad de la población sin recurrir a los medios represivos más clásicos hay que fomentar la criminalización de esa mitad y sus representantes. En eso están el Gobierno y sus medios.


¿Los consumidores de información se olvidan de que la mayoría de los medios son empresas con ánimo de lucro?

No se olvidan. Pero también aquí juega un gran papel la intimidación, el miedo y las ganas de curarse de éste leyendo lo deseado e ignorando lo no apetecido. Las empresas saben que tienen mucho que perder si se oponen a unas fuerzas que promueven la idea de la imposibilidad de una alternancia política. Unas participan por convicción o interés, pero otras lo hacen por miedo. Una de las peores taras de la sociedad española es la falta de coraje cívico del mundo empresarial y económico. Y en los medios se refleja drásticamente.


¿Se puede ganar electoralmente la presidencia del Gobierno sin tener una mayoría de medios de comunicación favorables o, al menos, no contrarios?

No lo sé. Pienso que este país ha tenido caracteres capaces y que lo han demostrado, como Felipe González y José María Aznar. Éste último pecó probablemente de arrogancia al creer que podría volver a convencer a los españoles sin artimañas de que valía la pena apoyar el proyecto propio que tantísimo éxito había tenido en España en tantos frentes. La guerra de Irak quebró aquella apuesta. Rodríguez Zapatero es todo lo contrario. Pura artimaña, la solemnización y el amaneramiento de la nada absoluta. Trágico es que la sociedad española no lo perciba porque estoy convencida de que pagará un precio muy caro por ello. Tengo la profunda convicción de que Zapatero y el pensamiento tan débil como tóxico que emanan él y su gente son una desgracia para España, totalmente inmerecida, después de treinta años difíciles pero ejemplares.


El comunicado de ETA en forma de entrevista del pasado domingo deja alguna posibilidad de creer en el final dialogado de la organización terrorista?

Creo que ni el comunicado ni el proceso merecen más de una línea de respuesta. Pero responsable de esta situación no son los terroristas que son eso, terroristas, y estaban en gran parte convencidos de su derrota hace tres años y en pleno proceso de dispersión y de buscarse personalmente otras opciones de vida. Es el adanista de Zapatero, al que una constelación maldita convirtió en presidente del Gobierno, quien cree que todo lo inventa él en su profunda ignorancia y desde ese peculiar pensamiento mágico que alimentan unos supuestos intelectuales de corte, que son unos perfectos mamarrachos. Zapatero ha sido el principal motor de la reactivación de un monstruo que hoy ya, sin él, podría situarse cerca de estar momificado. De haberlo estado, quizás podría haberse afrontado el gran reto que le queda a la España democrática, que es el desalojo de los nacionalistas, esos grandes medradores del terror y del poder en el País Vasco. Pero hay momentos en los que creo que quizás sea tarde. La historia puede estar primando a quienes desde el nacionalismo o el socialismo sectario –o desde el indigenismo en Latinoamérica, o el islamismo en todas partes- han lanzado una nueva ofensiva contra las democracias abiertas como en los años veinte y treinta del siglo pasado.


¿El Gobierno de Zapatero ha asumido ya que no hay nada que hacer o todavía buscará resquicios?

Zapatero considera a ETA y al nacionalismo vasco, violento o no, parte de los aliados en su universo sentimental. En esa emoción sectaria del izquierdismo semiculto, Zapatero siempre considerará a un etarra como un revolucionario equivocado, pero al final recuperable para el frentepopulismo. Y una víctima del PP será de alguna forma un fascista muerto en accidente. Para el presidente del Gobierno, como para el radicalismo nacionalista catalán, no todos los muertos son iguales porque los hay éticamente superiores. Zapatero es un autista moral y político que no tiene cura. La gente debería tenerle más miedo.


¿Le sorprende la posición tan firme de Imaz, incluso más que Zapatero, a la hora de ponerle las cosas claras a Batasuna?

No me sorprende nada. Imaz es un posibilista que ve la realidad de otra forma que ese personaje siniestro que es Ibarretxe. Pero como le dijo una vez Imaz a Rosa Díez aquello de “lo hemos sentido como si fuera de los nuestros” en referencia a un Fernando Buesa que acababa de matar ETA, Imaz sabe también hacer diferencia entre los muertos. Nunca luchará por un Estado de Derecho fuerte y digno. Y siempre diferenciará entre unos muertos y otros. Como lo hará entre los vivos, vascos o no vascos. Vascos buenos o vascos éticamente inferiores. Imaz como Ibarretxe, saben que sin ETA no serían nadie. Como nadie habrían sido Zapatero y Blanco con un partido socialista digno, sólido y consciente de su historia y responsabilidad.


Todo indica que ETA volverá al tiro en la nuca y al coche bomba. ¿Significará un nuevo escenario político o regresaremos a la época de las condolencias y las condenas, mientras la puerta de una futura negociación se mantiene abierta?

Desde luego así es. Será una desgracia que vuelva a haber muertos. No será una desgracia que la sociedad española vuelva a ver la realidad de frente y se vea obligada a buscar el coraje para tomar decisiones ante la obstinada voluntad de una banda de asesinos y su inmensa corte de nacionalistas beneficiarios de acabar con la Constitución, con las leyes y la libertad individual. Mirar hacia otro lado o negar la realidad no nos ha neutralizado ni un solo peligro y ha aumentado las expectativas de los asesinos y sus cómplices. Creo que cuando hay que luchar el que se encuentra en peor situación es el que no se entera o no quiere enterarse. De ahí que la obstinada negación de la realidad por parte de Zapatero y los medios que lo han arropado haya sido un auténtico atentado contra la seguridad de los españoles.


¿El futuro político de Zapatero depende de ETA?

Lo mejor que puede sucederle a la historia de España es que Zapatero quede en trágica y grotesca anécdota. Por autoestima. Pero en todo caso Zapatero sabe que pierde y gana según quieran Txeroki u otros. Por eso hay que partir de que es un rehén de ETA. Quien es consciente de que su vida política depende ya del capricho o conveniencia de los asesinos –como por cierto dijo el propio presidente del CIS, Fernando Vallespín- , no está capacitado para gobernar a los españoles. Se ha convertido en un peligro él mismo.


¿El PP debería de variar en algo sus posiciones actuales?

El PP ha fracasado pese a su decencia fundamental en cuestiones como el terrorismo y el llamémoslo “dilema territorial” porque no es fácil reaccionar a errores fundamentales desde un principio traumático como el del 11-M. Eso no quiere decir que, como muchos por ahí dejan caer, el PP deba creer que su salvación está donde le recomiendan sus enemigos. Eso viene a ser como la reciente anécdota en la que todos los peores enemigos de la iglesia católica se lanzan a hacer un cuadro de conducta al Vaticano sobre cómo portarse con una parroquia que no les hace ni puto caso. Nadie invitó a esos curas a ingresar en el PCE, en la Asociación de Autores, Artistas y demás beneficiarios, en religiones alternativas o demás. No, era Ratzinger quien debía tragarse el que no se aceptaran las normas. Como decía Rosa Regás, esa gran figura de la literatura española que dirige la Biblioteca Nacional, el que no se adapte a las leyes vigentes que se joda. Hablaba por supuesto del rodillo oficial castellanófobo en Cataluña.


¿Cree que si ETA regresa a los asesinatos de cargos públicos y políticos seguirá manteniendo a los nacionalistas fuera de la diana?

Por supuesto. Son de los suyos. Salvo aquellos que intenten desmarcarse. La tranquilidad y la seguridad se compran día a día. A cambio de dosis de dignidad. Pero también protegerá a otros que también son suyos, como muchos socialistas. Éste es el único país civilizado donde la oposición lleva escolta y el poder no. Es ETA quien lo determina.


¿Habrá movimientos importantes en la sociedad vasca y española si ETA vuelve a asesinar de manera sistemática?

Ya hemos dicho que Zapatero depende en gran parte de los humores de ETA. Pero no veo una forma clara de salir de la situación actual. Creo que Zapatero, su pensamiento mágico y la secta de mediocres e irresponsables que tiene en su entorno, han hecho ya tanto daño al tejido de la sociedad española y a los mecanismos de encuentro de las fuerzas políticas y sociales, que será difícil reconducir esta deriva. Será muy difícil limitar daños y un largo esfuerzo de nuevo buscar una fórmula de invertir la tendencia del desencuentro y la liquidación de afectos territoriales, sociales e ideológicos. Repito que considero a Zapatero una tremenda desgracia para este país. Pero es una desgracia también que la sociedad no haya demostrado capacidad para reaccionar ante tanto desatino. Ha quedado inerme ante la deriva. Por ello insisto en que todos pagaremos caro lo que algunos han hecho. En todo caso y volviendo al principio, creo que sólo la desaparición de esa secta de la selección negativa –y habrá de ser en derrota electoral- nos puede hacer pensar en una tarea de reconstrucción de nuestra integridad y dignidad democrática"











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Anónimo dijo...

la entrevista de Hermman Terch es esclarecedora en todos los ordenes; ¿qué hacer? Hay algunos que prefieren insultar a quienes hacen algo, por España. Y escudandose en una izquierda sociologica y golpista, no hacen nada; mas que leer EL PAIS y olvidarse que Zapatero es tan ruín en los salarios contra los españoles, como alqueda contra el Vaticano.

Anónimo dijo...

Un grupo de ciudadanos españoles de diversa procedencia no nos resignamos a precipitarnos en el abismo al que nos empuja el gobierno de Rodríguez Zapatero. Muchos de nosotros ya participamos en los movimientos por el esclarecimiento del 11-M, de apoyo a las víctimas del terrorismo y contra el proyecto de desmembración de España disfrazado de paz y de “negociación” con ETA. Nos oponemos a que España continúe en manos de oligarquías, caciques regionales, terroristas y separatistas.

Reunidos en Madrid, hemos constituido una comisión gestora para impulsar esta propuesta para la formación de Juntas Republicanas Españolas a escala nacional, mediante su implantación por provincias. Invitamos a todos los ciudadanos y organizaciones que lo deseen a considerar este texto provisional, que es una propuesta abierta, y por tanto susceptible de ser debatida en todos sus extremos. Todo ello debería desembocar, en un plazo razonable de tiempo, en la convocatoria de un acto central en el que, quienes decidan impulsar este proyecto, constituyan formalmente las Juntas...

[+info: www.juntasrepublicanas.com]

Anónimo dijo...

Al Anónimo visitante del las pretendidas Juntas Republicanas.-

Te equivocas de lugar para dejar tu propaganda. Este Blog y esta web son Republicanas, no antimonárquicas. El Republicanismo, como ha quedado espresado en este debate y en los que le anteceden, es una propuesta esencial y genuinamente democrática.

Por esta vez, y con la advertencia correspondiente, nos limitamos a indicártelo. No aceptamos plantamientos totalitarios, sean de tu signo o lo sean de otro cualquiera, como habrás tenido ocasión de apreciar.

Quede advertido

Anónimo dijo...

Querido Pla, en primer lugar reconocer un error, efectivamente la cita de Azaña no la has usado e este foro. Y por ello perdón, pero a mí, personalmente y fuera de este foro, me la has lanzado, dado que este debate que aquí mantenemos, lo llevamos manteniendo algún tiempo fuera de aquí. Y por supuesto, la usas paa apoyar lo que no quiere decir.
Yo no separo buenos, ni malos. Lo haces tú. Ahí queda para los anales eso de "ni respetamos, ni apreciamos mucho a los comunistas, nacionalistas..."
Pero no es raro, por que faltas a la verdad cuando dices que Cromwell no estaba en los actos del 14 de abril de este año, como tambien estuvo en los del año pasado, y en los anteriores. Sí, es cierto que no estuvo el 11 de febrero de este año, y creo que el anterior tampoco, que mala suerte, Cromwell trabajaba esos dos días, como bien sabes. Y efectivamente, hay tantas maneras de hacer las cosas cómo tu quieras, y posiblemente el no hacer sea una de ellas, pero tú bien sabes que a Cromwell le podrás acusar de muchas cosas, pero en absoluto de no haber trabajado, en primer lugar en proyectos pasados en los que estuvimos juntos, y mucho menos en este del CR3. A lo mejor, no te vendría mal pararte a recapacitar un poco sobre el por qué de esa situación. Cromwell está dónde estuvo siempre, otros son los que han mutado bastante. Y es legítimo, no tengo nada que objetar a ello, pero yo prefiero quedarme dónde estoy.
En lo que a mí toca, esta polémica finaliza, por que no volveré a participar en este foro. Así que como dicen los castizos: "para ti la perra gorda"
S&R

Anónimo dijo...

Solamente expresar mi identificación con el artículo y los comentarios de Pla, vilamallen, ricardo, karlitox y alguno más.

Después de la dictadura franquista, creo que nadie ha hecho más daño al republicanismo que los presumiblemente republicanos que participan del actual pastel del poder. Ellos anestesian y desorientan. Funcionan como los inhibidores de frecuencias para los mensajes republicanos.

Alguien que comience a sentir simpatía por los valores republicanos se lo piensa al ver que con esa misma marca se presentan los separatistas de Carod Rovira. Mucho daño ha hecho esto al pretendido resurgimiento del republicanismo. ¿Quien quiere llevar un compañero de viaje así?

Claro que necesariamente en el republicanismo tienen que existir distintas visiones ideológicas. Si no fuese así no merecería llarmarse tal. pero la cuestión es que trabajamos por la república lo hacemos sinceramente. Si cada uno que se pretende republicano se acerca para reivindicarlo con su bandera roja, azúl o negra, estamos restando protagonismo a nuestro objetivo y sembrando dudas y reparos a quienes queremos una república en democracia, con todas las opciones, pero ninguna en régimen totalitario. No se si tendrán claro esto todos los que portaban sus banderas partidistas en la manifiestación. Si este ha sido uno de los errores de la II República, tengámoslo en cuenta y no desperdiciemos el tiempo.
A muchos repugna tanto esta Monarquía de Partidos como las experiencias comunistas conocidas. No los pongamos por tanto en esa tesitura, porque no es necesario. La República tendrá que ser para que una sociedad civil resucite en España con todas sus opciones vivas y respetuosas con los demás.

Anónimo dijo...

Para Vicente Muguruza.-

Gracias, por tus palabras en la parte que me corresponde.

Y en justa correspondencia, decirte que el camino que señalas es el que debemos afrontar los republicanos de verdad, lejos de ensoñaciones melancólicas, mitologías y tabúes.

Por eso no puedo dejar de destacar tus últimas palabras de que "La República tendrá que ser para que una sociedad civil resucite en España con todas sus opciones vivas y respetuosas con los demás", con las que estoy totalmente de acuerdo.

S&RC

Anónimo dijo...

A Aviraneta:

Siguiendo un anterior comentario uyo me animé a hacer referencia a la iniciativa de Juntas Republicanas Españolas. Ese comentario decía "...si queremos la República, va siendo hora de abandonar sectarismos e ideologías, que por ahí no se va a ninguna parte." Me limité a indicar de su existencia con una breve introducción y remití a esa página. Yo participo de la misma, llevado de mi patriotismo republicano.

Ahora bien, me ha sorprendido su respuesta calificándola de totalitaria. Me gustaría saber en qué elementos de juicio se ha basado para tal adjetivación denigratoria. Como sé que esto puede no interesarle que se haga en este foro, le animo a hacerlo por correo particular: sólo tiene que decírmelo.

Esto me ha llamado más la atención en tanto que un texto mío sobre ZP y el espíritu de Ermua ha sido aquí reproducido sin evidencias de rechazo por los participantes.

Atentamente,

Anónimo dijo...

Para el Incorruptible

No he pretendido utilizar ningún término en sentido denigratorio. Tampoco rechazo la presencia de personas que tengan una u otra ideología. Eso es probleam de cada uno y la libertad de conciencia nos ampara a todos.

Me he referido a la página web de la que se hacía difusión. Tampoco
aceptaría como referencias republicanas a otros enlaces de carácter socialista o comunista. A eso me refería.

Respecto al patriotismo republicano que dice profesar, no tengo inconveniente en decirle que la "Republica Nacional Española", que se postula desde la web de referencia, si bien no está muy bien definida, no deja de ser una fórmula que, por diferente que a usted le parezca, a mi no me resulta muy distinta de otra fórmulas sobradamente conocidas como la de "República Social", o la de "República Popular.

Se lo diré de una vez: la República es la democracia, la libertad y la nación políticamente organizada. No me gustan los adjetivos que se añaden a la República. Y estará de acuerdo conmigo en que los que han adjetivado la República, hasta la fecha, ha sido todos de talante o planteamiento totalitario, dicho sea en terminos estrictamente descriptivos y sin ánimo descalificatorio alguno.

A eso me refería. Si se ha sentido personalmente atacado, sepa que no cuestionaba en modo alguno su forma de pensar. Pero es que el Club Republicano defiende la República para España, es decir,la plena democracia política para nuestra nación.

Con toda cordialidad, y si no tiene inconveniente, creo que el debate podría seguir en este mismo espacio.

Saludos

Anónimo dijo...

Por si ha pasado desapercibido para algunos, el pasado día 16 de abril en www.elconfidencial.com don Manuel Muela del Centro de Investigación y Estudios Republicanos, publicó un artículo titulado "Una propuesta republicana para España" , que me parece digno de mención.

Anónimo dijo...

A Aviraneta:

Para quienes somos demócratas, la calificación de totalitarios es, llanamente, insultante.

Dejando al margen el abstraccionismo teórico, cualquier propuesta política republicana en la España actual debe ser apellidada porque existen republicanos de variados pelajes. Lo deseable sería poder referirnos a la III República sólo como española, aunque tras lo visto el pasado 14 de abril, no es políticamente posible.

Cualquiera que como usted crea (y yo lo hago) que "República es la democracia, la libertad y la nación políticamente organizada", deberá distinguir claramente su republicanismo de la corriente histórica, que a día de hoy es confederal y no cree en una nación española.

Mi republianismo es nacional porque creo en España como una nación política, cívica, una comunidad libre y democrática de ciudadanos, frente a las concepciones etnicistas de los nacionalistas antiespañoles. Es más, creo que España debe concluir su proceso histórico de conformación en nación política (inacabado durante los últimos dos siglos) y ello sólo es posible en una república de características concretas: unitaria, presidencialista, laica y evidentemente, democrática.

Los romanos concibieron a la república como "régimen de las virtudes". Y en la cima de las mismas colocaron el patriotismo y la preeminencia de los intereses generales sobre los particulares y los sectoriales. Sólo la República quiere ser la Patria de todos.

Según esa tradición, la República no sólo es el régimen capaz de asegurar la pervivencia, independencia y grandeza de la comunidad, sino que, además, aparece como condición indispensable para el desarrollo personal de cada uno de sus miembros, como el marco capaz de elevar al máximo sus capacidades. Su tendencia es a la superación del conflicto entre lo público y lo privado.

Esta herencia fue actualizada y desarrollada por la gran revolución francesa mediante el principio de la soberanía popular indivisible (que hoy hay que oponer, en España, a la monarquía, la partitocracia y los caciques separatistas) y su base fundamental, la igualdad ciudadana.

Creo, por último, que es hora de que los republicanos españoles constaten que en la actual coyuntura nacional, el republicanismo por sí solo no es una idea-fuerza. Y que en cambio, tiene una gloriosa función que cumplir fundiéndose con el creciente movimiento patriótico liberal español. Porque la pervivencia de España no es posible en el actual régimen monárquico y los republicanos deberían estar ahí presentes para señalar el camino de una república española que vertebre con goznes de titanio a la nación política.

Creo, modestamente, que la propuesta de las Juntas Republicanas Españolas va en esta línea. Se trata de una propuesta de acción de mínimos que además está abierta a su definitiva conclusión.

La república por la que se decantan estas Juntas tiene las siguientes características básicas:

a) Una república unitaria de ciudadanos, y no de territorios “étnicos” y cortijos lingüísticos (“comunidades autónomas”, “nacionalidades”, “naciones”, “realidades nacionales”, “Estados asociados”, etc.). Protagonismo de las Provincias y los Municipios, con sus diversas formas de asociación.

b) Una república democrática presidencialista, con elección directa del Jefe de Estado por el conjunto de la Nación. Una única Asamblea Nacional, elegida sobre base provincial, ejercerá funciones legislativas y de control del gobierno.

c) Magistratura y Fiscalía independiente de los partidos políticos.

d) La lengua oficial de la República, en todas sus instituciones, administraciones y niveles educativos, será el español. Se protegerá y promocionará a las demás lenguas de España sin que ello les confiera el carácter de cooficiales.

e) Una república laica, promotora de una moral nacional basada en los valores de verdad, justicia y libertad.

Atentamente,

Anónimo dijo...

Estimado Incorruptible:

Tu texto me hace reconsiderar algunas de las cosas expresadas en anteriores mensajes. Es cierto que visité la web que nos referenciaste y que saqué la impresión de que en ella se hacía un planteamiento puramente nacionalista.

No tengo dudas, ni creo que nadie del Club Republicano las tenga, sobre la realidad nacional única de España. Por ello, al hablar de un planteamiento nacionalista no me refiero a un planteamiento de defensa de la nación. Pero en términos republicanos, como acertadamenta has expresado en tu último mensaje, y no en términos nacionalistas.

Estarás de acuerdo conmigo en que se puede ser nacionalista, sin ser demócrata ni republicano. Lo que es más difícil es ser las dos cosas a la vez.

La nación, a diferencia de lo que creen los nacionalistas, no es un asunto de voluntad subjetiva, sino que es una realidad objetiva. La Nación es el espacio base de la política. Sin Nación no hay posibilidad de República ni de democracia. La Nación es la base, el único soporte, en el que puede establecerse la libertad.

Por eso, la exaltación de la nación, el nacionalismo, es de tendencia habitualmente autoritaria. El nacionalista confunde las cosas.

Soy consciente del ataque generalizado a la Nación Española que se perpetra de continuo desde los ámbitos oficiales de esta monarquía partitocrática. Y afirmo que es una ataque reaccionario, destinado a perpetuar la opresión política que sufrimos los españoles bajo este régimen.

Pero, sinceramente, creo que es un error considerar que el problema principal está en la afirmación de la nación. El problema es la libertad, los derechos individuales y la democracia.

De ahí que haya dicho que el planteamiento de la web de referencia, al centrarse tanto en el nacionalismo, elude la cuestión fundamental y se desliza hacia posiciones totalitarias, dicho sea en términos puramente descriptivos y sin ningún ánimo de ofender.

No pongo en duda las intenciones de quienes hacen la propuesta, pero creo que se equivocan al definir el problema fundamental. La libertad y la democracia es lo que reforzará la cohesión nacional, pues ambas necesitan de la Nación para fundarse y desarrollarse.

La mera reivindicación de la nación, como vimos con los 40 años de Dictadura, o como vemos con los nacionalismos oficiales del presente, sólo depara efectos destructivos para la nación (o nacioncitas) que se dice defender.

Un cordial saludo

Anónimo dijo...

Yo también vi el artículo de Muela y es muy recomendable. Gracias Vicente por traer el enlace.

S&R

Anónimo dijo...

Queridos amigos del alma:

Nación es el territorio donde se nace. Todos los nacidos, sangre sudor y polvo, hacen la sociedad, que algunos vuelven a llamar nación para engordar la ambigüedad. No entro en los tipos de cohesión pre-estatal en esa nación. Cuando los recursos naturales (incluidos genes) no dan para satisfacer las demandas de esa sociedad, es decir, cuando la situación de guerra tiende a infinito, nace, ¡oh epifanía!, el Estado (que algunos apellidan guión nación para decir gran tontería, porque muchísimos Estados se alimentaron, se alimentan, de los no nacidos en sus territorios y muchas naciones murieron sin Estado, o crearon juntas o independientemente uno nuevo). Pero cuidado, antes de ese Estado, ya están aquí las interpretaciones ideológicas: socialistas, comunistas y anarquistas contra antropólogos, fascistas y ¿liberales?. Entre la teocracia y la civilización, es decir, en la revolución francesa, la sociedad se quiebra: civil y política (hombres que vienen del y van al Estado). Los bien nacidos se incorporan por la vía del no hay más remedio a la sociedad civil y luchan sin parar, los malnacidillos corretean por el puente azul y caen de lleno en la sociedad política, que en España, como todos sabéis, duerme cómodamente en el regazo estatal. Aquí acaba la grosera heurística histórica.

Pro Publius y aviraneta. Vindicar la nación, es decir, ser nacionalista español y olé, es rigurosamente fascista. Esto es muy difícil de evitar cuando la inquietud política es reaccionaria, equilibrante de algo. Amar a España es hermoso patriotismo. Decir República Nacional es como decir República Natural o República Mediterránea, y todos esos nombres tan soleados dan miedo a los viejos maquis que sabemos cómo alguien, enseguida, intentará hacer doctrina de un hecho fuera de la voluntad; es decir, tenemos asco al fascismo, don Robespierre Incorrupto. Decir República Democrática es vivir en Corea del Norte, todo cristito a por un banderín y un traje color a juego que llega el democrático cartelón del gran líder, hijo del anterior gran líder. Para poder incorporar a toda la sociedad en el Estado (utopías comunista y fascista) la Sociedad que se hizo Nación se hará Pueblo y divina Patria, la ambigüedad revienta. El Estado, la República, que es violencia pura y dura, no puede ser democrático. Tal cosa lo será, con mucho esfuerzo de por medio, el gobierno. Por eso García Trevijano ha desarrollado la teoría de la República, intenta definir el sustrato material sobre el que edificar las ideas de libertad pre-política (o la única verdaderamente política) y de lealtad social. Es decir, República Constitucional, constitucional por no decir autorrepresiva, que es lo que intenta la división de ese poder brutal. Como mi coco no da para peros, digo amén e intuyo que incluso en esa República Constitucional estaré piándolas. Y a la brecha. Recomiendo a los juntitos republicanos que se unan al MCRC y, aprendiendo, luchen por la libertad que es antes que España, teniendo que estar en ella. Pura teología.

Un abrazo compañeros, quedo en espera de la próxima copa para que Pedro L. practique el difícil gesto de pagar. Yo invito, después, al fisioterapeuta.

Óscar

Anónimo dijo...

Prepotencia bastante, la de don Óscar... podría irme al MCRC y aprendería, sí... trevijanismo, diletantismo... republicanismo constitucional teórico, de salón, dicen algunos. Pero superarada con nota mi etapa de formación, ahora pretendo hacer política republicana. Los dimes y diretes teorizantes los dejo para otros.

La nación no es la tierra donde se nace. Eso era hace cinco siglos. Don Óscar ignora la anfibología del término nación: comunidad política de ciudadanos o etnia organizada. «El único movimiento social que no ha fracasado en los últimos siglos es la Nación», ha afirmado Sami Naïr, filósofo y politólogo francés. Pero ¿qué nación?

La Nación étnica entroniza dimensiones colectivas pero reducidas a formas de vinculación por abajo, frecuentemente vegetativas, cuando no zoológicas, involuntarias y siempre envueltas en lo mitológico. Es la raíz del nazismo, del aranismo, del pujolismo… y de corrientes neofascistas actuales influenciadas por las teorías “etno-diferencialistas” de la llamada Nueva Derecha. Con ellos converge la evolución de gran parte de la izquierda de origen marxista, particularmente la modelada por las teorías leninistas de “autodeterminación de las nacionalidades”. ETA ha significado el paso desde Sabino Arana a Stalin.

Esta concepción étnica está empotrada en la Constitución de 1978. Ha adosado torpemente al Estado liberal español unos proyectos políticos de índole divisionista, con la excusa de diferencias culturales respetables, otorgándoles patente de corso sobre zonas enteras, las llamadas comunidades autónomas y nacionalidades.

Pero por encima de esta interpretación está la Nación cívica y democrática. Su definición no parte del individuo como en el liberalismo, ni de la clase como en el marxismo, ni de la raza, la religión o las peculiaridades lingüísticas y culturales como en el nacionalismo identitario. Es la Nación entendida como la comunidad política de ciudadanos, cimentada en la adscripción voluntaria a principios y fines racionalmente determinados.

Este nacionalismo impulsa una forma de unión que mira hacia arriba, por encima de las afinidades primarias. Opone la noción de comunidad a la idea burguesa de sociedad, mera suma de socios. Pero por comunidad no entiende tribu, ni rebaño de corderos apretujados ante la cercanía del lobo, ni refugio sentimental al calor gregario.
Desde el prisma de los valores más elevados del legado europeo, concibe a la comunidad nacional como quehacer colectivo capaz de aunar a personas en muchos aspectos diferentes, y a las generaciones, en una misma tarea. Quehacer capaz de superar la estrechez de unas vidas hoy desparramadas en el vacuo consumismo, capaz de instalar a los hombres en un plano en el que pueden adquirir dignidad: el de participantes en un combate histórico por el avance de la verdad racional, de la justicia y la libertad como ejes de autovinculación. Se trata de valores universalistas pero en pos de los mismos, cada Nación tendrá que seguir sus propios caminos y dar lo mejor de sí misma.
Este es el nacionalismo republicano, que debe desplegarse, por primera vez, en nuestra patria. Supone la única posibilidad de desbloquear el proceso histórico de racionalización de nuestra convivencia, atascado una y otra vez.

[Releo estos días: Dominique Schnapper, "La comunidad de los ciudadanos. Acerca de la idea moderna de Nación", Alianza, Madrid, 2001.]

Sí se defiende esta nación política española, cívica, se puede ser nacionalista porque esa nación está por concluir. Cuando se culmine sobrará ese calificativo. En Francia no cabría este planteamiento porque la cuestión nacional no es un problema, porque ya han concluido ese proceso histórico. Por eso allí cierran el paso a los nacionalismos étnicos disgregadores invocando a la República, sinónimo de libertad y democracia. Por eso allí, es la extrema derecha la que dice todavía tener que salvar a Francia reclamando a Juana de Arco. Pero aquí aún queda mucho trecho que recorrer.

En las JRE son conscientes de esta realidad. Y la afrontan desde una propuesta republicana.

Atentamente,

Anónimo dijo...

Oye Sr. Incorruptible, tue palabras me llegan al alma

Un saludo

Anónimo dijo...

Oscar eres un campeón!
No preocupes que si el otro no te invita este Perico sí.
Salud

Anónimo dijo...

Estimados amigos:

Ahondando en el marasmo legislativo, en mi modesa opinión de jurista, el certificado de no-voto ante la mesa electoral, en mi modesta opinión de jurista de a pié, me parece que puede ser denegado por la mesa electoral correspondiente.

La alternativa resulta cara: Ir acompañado de un Notario que levante acta de la negativa a emitir el certificado.

No obstante, el armar ruido no nos lo quita nadie. En Las Rozas, estamos planificando precisamente eso, "armar el pollo" porque no nos den el certificado en cuestión tras guardar rigurosamente la cola de los votantes (y si se tercia y vota algún politicastro famosete en nuestra mesa, enterarnos para montar el númerito justo o antes o espués de su voto, aprovechando la presencia de prensa)

Veremos, veremos...

Salud y República

Anónimo dijo...

Si no tenemos claro cual es "nuestra tierra" mal podemos defenderla de los demás.
Nada más lejos de mi intención que hablar desde el racismo o la xenofobia, más bien al contrario, los movimientos migratorios posiblemente sean tan necesarios como inevitables.
Lo que quiero decir es que carecemos de un referente al máximo nivel, cuyo origen sea la voluntad de todos, directa y sin intermediarios, que cuente con el prestigio, solvencia y aval democrático suficientes para encarar el futuro y tomar las decisiones pertinentes.
En su lugar hemos heredado un moderador de partidos, no elegido por los españoles, seguido de un segundo de a bordo que áquel propone, para que los partidos lo hagan presidente, y no les queda otra, si quieren seguir financiándose a costa del contribuyente.
Por si esto no bastase, las competencias de seguridad ciudadana, extranjería, menores, servicios sociales, empleo, sanidad, y educación, entre otras, se encuentran laminadas en diecisiete cotos.
No nos puede estrañar que corra la voz en el Tercer Mundo que esto es algo así como "la casa de tócame Roque", y quien entra, ocupa y se hace fuerte, con papeles o sin ellos. De este modo la integración es difícil. Porque está claro que debemos respetar a los recién llegados, pero estos tienen que acatar las normas comunes de esta tierra nuestra, que les acoge, sin excepciones religiosas ni tribales. Las mismas condiciones que nuestros padres y abuelos tuvieron que aceptar, caso de coger las maletas para buscar fortuna en otro lugar del mundo.
Está muy bien guardar nuestros mejores sentimientos para nuestra patria chica que nos vió nacer, pero ello no debe ser obstáculo para disponer de un lugar en nuestro planeta donde seamos dueños de nuestro destino, con derechos y deberes, que nos permita sentirnos orgullosos de compartir y reconocerlos a nosotros mismos entre las diez naciones más importantes del mundo.
¿Seremos capaces?

Anónimo dijo...

Núnca nadie nos podran llamar racistas a los españoles, cuando hoy hasta las ONG hacen una deslocalización de lo español en virtud de la BANCA Internacional. Las mejores referencias que podemos dar a un emigrante es el sentimiento de España dándoles una idea clara de lo que hay aquí, nuestras costumbres.

Ibarreche López ha dicho que el Estado debe pedir perdon por lo de Guernica; cuando ni ANV ni PNV tenían claro el concepto de España republicana, y estos en su pasividad ante la llegada de Mola daban gratis el hierro para bombardear Madrid, por ejemplo. Así mientras, ningún libro recoge que en el pueblo de Guernica también había carlistas que sufrieron el bombardeo.

Anónimo dijo...

Para el 1º de mayo estoy dispuesto a llevar una tricolor, pero ¿conoceis una manifa en la cual no vayamos escoltados por la tricolor de los comukas de un sitio u otro?

Anónimo dijo...

Yo resolvería el tema de las conmemoraciones, directamente convocando a la III. Así que no será necesario, es más, sería mal visto llevar banderas. Pero todavía faltan muchos meses, parece algo lejano.

No caben ambigüedades, si no quieres la III no vengas, y no vendrán, porque si no la quieren, no querrán sumar número a la notoriedad.

Cuando las masas decentes que ahora se manifiestan con el PP tengan conciencia de la República Constitucional de la que por ahora no tienen noticia, se sumen a las masas de idealistas traicionados por la demagogia de la izquierda, cuando se enteren, las banderas trasnochadas sobrarán. ¿Quienes somos nosotros para poner color a un trapo?

Anónimo dijo...

Sobre el discurso de Antonio García Trevijano, diré que me gustó y sobre el téma de las gónadas, no sé si el hombre casi nos dice que una junta de accionistas es más democratica en su forma organizativa que un simple partido político. A saber.

Una forma buena de representacion democrática en una situación republicana, es la Sociedad laboral; hécha desde los de abajo, y que el producto generado no sea la riqueza material, sino en sí mísma, la cultura del Trabajo por encima de la Usura. Mejor que un representante politico, sí es. Mi clara oferta económica al club-republicano

Anónimo dijo...

Menos disperso el 1º de mayo de las grandes centrales sindicales, para las elecciones municipales el discurso tiene que estar bien calibrado a merced de los dos grandes partidos de izquierda. Me gustó más el discurso de la CGT aunque con el tema de la vivienda, no trataron de cómo podemos crear una alternativa social.

Anónimo dijo...

Trilateral iberoamericana
Con la ayuda de Felipe González y Emilio Botín, Carlos Slim relanza la Trilateral hispanoamericana dinástica



A finales de abril, se reunirán en Chile las 70 familias más ricas de Iberoamérica. Slim lo llama Encuentro Empresarial de Padres e Hijos. Se trata de un Senado patricio que pretende controlar los sectores estratégicos de la economía hispana y resaltar el papel de los empresarios. Esta vez el anfitrión será el empresario y banquero chileno Andrónico Luksic y Felipe González actuará como maestro de ceremonias. Por supuesto, el Encuentro tiene un profundo sentido filantrópico

La primera ministra chilena Michelle Bachelet se encuentra con un tremendo problema: necesita aparcamiento para no menos de 70 jet privados, algo no fácil de conseguir. Y eso mientras el Gobierno se enfrenta a disturbios sociales provocados por el precio del transporte. Y claro, es que los chilenos no viajan en jet privado.

Se trata de aviones un tanto especiales, porque transportan a todo un séquito de millonarios, para ser exactos, a las 70 familias más ricas de Hispanoamérica. Y claro, a esta gente no se le puede recibir de cualquier forma.

Es el Encuentro Empresarial de Padres e Hijos, una institución discreta pero poderosa, en la que el hombre más rico de Iberoamérica, el mexicano Carlos Slim, consuegro de Felipe González, propietario de Telmex, inició en 2003, en México. En 2004 la reunión –siempre en primavera, como la del FMI- se celebró en la República Dominicana. En 2005 le tocó el turno a Sao Paulo, y en 2006 fue el momento de Buenos Aires. Ahora Chile, con el empresario del cobre, también banquero, cuya familia fue socia de Emilio Botín y ocupó vocalía en el SCH, Andrónico Luksic, como anfitrión. Luksic es el más grande entre los patrones del cobre. Y ya saben lo que decía el fallecido Augusto Pinochet: “Las fronteras de Chile terminan donde llega el cobre”.

Slim y Emilio Botín se llevan a partir un piñón. Cuando el mexicano viaja a España, donde afirma que le tratan muy mal, o cuando Botín visita México, no falta la reunión entre ambos magnates. Slim tiene la obsesión de que el futuro está en las infraestructuras, tanto energéticas, como bancarias o de telecomunicaciones, así como en la infraestructura más importante de todas: las infovías. Su última obsesión: entrar en el negocio televisivo a través del cable (fibra óptica o ADSL, que es lo mismo). Su gran rival en el mundo hispano, es, por supuesto, Telefónica.

Por su parte, su consuegro González es el hombre idóneo para actuar como maestro de ceremonias en tan magno acontecimiento. González es la referencia histórica de los líderes hispanos de talante dialogante, que no revolucionario. Porque la Trilateral hispana está más cerca de Néstor Kirchner, Lula, Michelle Bachelet, Tavaré Vázquez o Alan García que de los revolucionarios del tipo Hugo Chávez, Evo Morales o Rafael Correa. Es lógico, estos consideran que la clave es controlar el dinero público, mientras que la Trilateral de Slim prefiere controlar el dinero público desde la esfera privada. Unos y otros adoran el monopolio y el oligopolio, pero difieren sobre si ese oligopolio debe ser público o privado. Todos son de izquierdas, claro está, pero los primeros son populistas, los segundos progresistas.

Una peculiaridad de esta Trilateral, que en nada se parece a otras instituciones de raíz anglosajona, como el Foro de Davos, es el carácter familiar. No lo olvidemos, a Chile viajan esos 70 multimillonarios pero acompañados de sus hijos: estamos ante una, multilateral dinástica, o sea, que al parecer valora mucho a la familia... o al menos familiariza mucho el valor y los valores.

Ni que decir tiene que aunque Slim pretende que el Senado controle los sectores estratégicos de la economía iberoamericana lo hace, la igual que sus pares, con un sentido muy filantrópico. Por eso, el Encuentro dedicará especial atención a la Responsabilidad Social Corporativa, un concepto cada vez más empleado por el hombre de Telmex, a quien se adjudica una fortuna personal valorada en 30.000 millones de dólares. Una RSC que exige “mantener en alta estima social” el papel de los empresarios. Esto es muy importante.

hispanidad.com 30 de marzo 2007


Autor: hispanidad.com- Fecha: 2007-05-02

Anónimo dijo...

Queridos amigos:


Mire bien don Robespierre, mire que acusa de diletantes, teóricos y salonarios a quienes desea atraer con anuncios proselitistas. Desprecia lo que admira y eso está muy feo, amigo del Terror. Ama las ideas republicanas y democráticas pero teme la libertad y así no hay quien pueda. España debe ponerse al servicio de la libertad, no al revés. La lealtad más elemental nos hace humanos y españoles sí, con orgullo del bueno se lo digo; pero no anfibologice lo que siempre ha sido fascismo, lo que siempre será fascismo y lo que ahora mismo fascistea a nuestra verita, en estas frases intercambiadas: su discurso, su organización, su persona. ¿Qué me importa a mí? Nada de su persona, faltaría más; nada de su organización, salvo que distrae a los nuevos, los jóvenes, los ingenuos y los acometidos por la propaganda pepera, de la República que debe ser. Pero su discurso, ¡ah! su discurso... Peligroso si conscientemente hace de la nación un proyecto a concluir por milagroso acuerdo de la tan homogénea comunidad hispanodivina, pero terrorífico criptofascismo si ha construido el plan de buena fe, inconscientemente imbuido de furia española travestida de República Racional. La Razón fue el dios del Terror, sí, pero mientras algún español digno quede vivo, la Nación no será el cementerio de la libertad, sino el cementerio de los hombres nacidos en el suelo que ahora habitan sus hijos. Joyce diría que nieva en la nación, nieva sobre los vivos y nieva sobre los muertos. Y bajo la nieve no se discute, esos muertos obligan al estudio de la historia e impiden con un silencio muy hondo cualquier decisión sobre el hecho del que forman parte.

Mi Robespierre embalsamado, mire muy bien las ideas que siendo de don Antonio, no son trevijanismo si las dice usted y así se llaman cuando salen por mi boca nefanda. Suerte tiene, tan Incorruptible y ya formadito; impermeable a lo ajeno y curiosamente convencido de que el resto de los mortales debe atender educadamente a sus valoraciones psicológicas personalizadas. Pero acierta, es prepotencia. Léalo, se lo ruego, como complejo tribal y miedo. Así podemos pasar a lo que importa: importa que mire, mire con tiento que nadie puede concluir honrosamente lo que no es producto de decisión común o individual (v. gr. la nación). “Es la Nación entendida como la comunidad política de ciudadanos, cimentada en la adscripción voluntaria a principios y fines racionalmente determinados”. Como apela a la razón y camina por paisajes de ciencia política y sociología liberal, no creo que sea capaz de mitificar su propia imaginación. ¿Por qué ha hecho de la Nación un ideal político? Por miedo. Tiene miedo a los nacionalismos regionales. Miedo a que lleven a cabo algo que usted desea, una nación amablemente admirada por una comunidad de cultos ciudadanos europeos; miedo a que esa nación destruya la actual que incluye a ciudadanos que no desean pertenecer a su proyecto general, sino a los caciquiles y particulares proyectitos nacionales folclóricos. Miedo a no poder sustituir ese folclorismo cateto por algo tan etéreo y útil como para frustrar las verdaderas intenciones políticas nacionalistas consistentes en hacer de un Estado dos o más para que el poder absoluto sea absolutamente repartido entre la clase política española. Suerte tiene le repito: sobresaliente en historia contemporánea y capaz de entender el “único movimiento no fracasado”. Si se trata un poema fachorro o una broma, pase. Pero ¿cómo diantre va a fracasar lo que no puede ser planificado?, ¿depende la ciudadanía de la entrega voluntaria al grupo?, ¿depende la ciudadanía de la entrega voluntaria al proyecto nacional?, ¿es, por ventura, un catalán ultranacionalista más ciudadano que yo al estar enmarañado en uno de esos proyectos racionalísimos de nación por pura vocación y seny, mientras yo no voy más allá de un convencido patriotismo?, ¿acaso un ciudadano tan idiota como para pensar que él solo constituye nación dejará de ser un nacional?; claro que el nazismo o el fascismo se sustentan en una nación proyectada como la suya, pero al menos estas agradables ideologías políticas tenían la sensatez de saber que debían homogeneizar a posteriori la ciudadanía para llevar a cabo el brutal deseo, es decir, incluían el genocidio coherente en sus programitas. J.N.R. pasa directamente al milagro de la unanimidad previa, los ciudadanos acordarán la nación. Renunciando a la etnia, despreciando cualquier tipo de aristocracia, dejando de lado el medro funcionarial y cortesano, renegando de sus propios sueños nacionales catalán-vasco-andalusí, alejándose del reparto egoísta de los recursos, el territorio y el capital, abominando de la lucha política... aceptando el nacionalismo verdadero. Aquel consciente de una supremacía moral frente a otros nacionalismos, consciente de su inmadurez o su insuficiente desarrollo, el que mira hacia lo alto y etéreo. Altas miras, ¿pero quién mira?, ¿todos a una?, ¿mira la nación para ver la Nación?, ¿la nación escenario constante de guerra, amor, sangre, familiaridad, élites y plebes, amistad, dolor, competencia, enconamientos, Repúblicas apellidadas, nacionalismos inventados...?, ¿cree que por el sencillo hecho de que su imaginación desbocada descubra un destino en el sol ibérico, todo quisque se adscribirá a la comunidad política no fracasada?. La nación es un proceso ex-voluntas. La comunidad (inútilmente contrapuesta a sociedad) que acoge viene delimitada por la guerra si es tribal o por el Estado que la somete si ha pasado de esa condición primitiva. Y, de nuevo aquí, el territorio que pisa esa sociedad y su mito narrativo es la Nación.

Parece usted instruido y, perdiendo tres cuartos de miedo, será rápidamente culto. Renuncie al nacionalismo acomplejado, Incorruptible. Anuncie su conversión. Caiga del caballo camino de su Nación damasquinada y vea la luz de la libertad, donde cabemos todos. Ni los españoles asustados pueden hacer Nación, ni las pobres víctimas del terrorismo deben hacer justicia. Que el miedo no respire.

Créalo, me despido con cierta simpatía hacia su peluca inmortal.


Óscar


P.S.
Pido disculpas por lo tardío y prolijo de esta contestación, no he podido acceder a Internet a lo largo de estos días.

Anónimo dijo...

Estimados amigos:

No puedo sino agradecer el flujo de ideas de Karlitox, el reflujo de anti-ideas del "Incurruptible" (¿o más bien incorrupto?), y la oleada de elegancia en la expresión de conceptos de Oscar.

Alguien me acusó unos mensajes más arriba de haber decrtado el "Año Cero" del Republicanismo Patrio.

Sea, acepto mi culpa: afirmo que la República es el porvenir. Y añado que el viejo y caduco esquema de la Tricolor y su liturgia antifranquista, falsaria y herrumbrosa, están fuera del espacio (España) y del tiempo (nustro siglo).

La libertad, la igualdad y la fraternidad no han muerto. Han conseguido sobrevivir pese a las sombras aniquiladoras de las dos repúblicas fracasadas.

Ambas fueron un buen comienzo, digans de ser recordadas. Pero no fueron capaces de escapar a su final. No encontraremos en ellas ni modelo ni receta. Todo está por hacer. Acabemos de una vez con el pasado para evitar, por lo menos, el ridículo de que el pasado sea capaz de acabar con nosotros.

S&RC

Anónimo dijo...

ZP es gafe!!!!...lagarto, lagartoooooo!!!!!
Frida!!!!! Estoy preocupadisssimmmma porque ZP viene esta tarde a darme animos
para que apruebe mis oposiciones!!!!!
Y por que???? pobrecillo, encima que viene a ayudarte!!!!!
Ahhhhhh!!!!!!! que no, que no!!!!! que cada vez que ZP apoya a alguien, acaba
con el!!!!
Que me estas contando!!!!!
Si, mujer, acuerdate!!! Se fue Alemania a apoyar a Shroeder, y va el tipo y
pierde las elecciones!!!!!
Es verdad, que al final gano la "fracasada" de Angela Merkel!!! Con lo mal que
viste!!!!
Bueno, y cuando las elecciones de USA, que va y dice que todos con Kerry, y no
se ha vuelto a saber de el!!!!
Ya me acuerdo!!! que ademas, voto mas gente que nunca!!! y fijate que Bruce
Sprinting se harto a cantar!!!!
Pues nada, ni por esas, oye!!!
Si, yo lo pense tambien cuando lo invito Segolene Royal a dar un mitin!!! la
mujer, que iba tan bien y no solo lo invita, sino que encima dice que quiere ser
como ZP!!!!! Pobrecilla esta mujer, me caia bien...como tenia nombre de
natillas...
Yo creo que es ahi donde se ha caido con todo el equipo esta pobre señora,
porque claro, es que los franceses de tontos no tienen nada y habran pensado que
lo que les faltaba es que en Francia, que lo que necesita es hacer una profunda
renovacion, acabe siendo un despelote como España!!!!
Uyyyyyyyyyyy!!!! tu te imaginas que los franceses aceptaran que la principal
electrica del pais estuviera en manos de los italianos????
O que un grupo terrorista les dijera lo que tienen que hacer...
O que troceara el pais y diera a cada uno una cosa, segun fueran pidiendo por
esa boca!!!!!
Nooooo, yo no me imagino a los franceses en ese plan!!!!
La verdad es que estos gabachos son unos aburridos, porque vamos, no me digas
que mientras un tipo que ha asesinado a 25 personas se pasea por la calle con su
novia, detienen a la Pantoja!!!!!
Hombre, si se ha llevado la pasta....
Si, que la detengan cuando tenga que declarar, pero tambien es casualidad que la
noche que paso en el calabozo fue el dia en que ZP se paso por la comisaria de
Marbella....sera que es brujo????
Brujo no se, pero desde luego, menudo bicho!!!!
Y que lo digas!!! Oye, que no lo invites a tu casa, que a ver si se nos cae el
techo encima!!!!
Lagarto, lagarto!!!!!!!

Anónimo dijo...

Creo que para que triunfe la republica es necesario un consenso republicano.Ser republicano es algo mas que quitar a un rey. Si lo quitas y sigue funcionando todo igual no hacemos nada. Se debe crear una democracia participativa. Hacer para ello un consenso masivo en el que participen todos los aprtidos republicanos y sobretodo (si los hay?) partidos de derecha republicanos. Cuando la izquierda y la derecha esten por la republica entoces no abra crispacion y venceremos. Pero hay de estar de acuerdo en algun puntoy yo creo que PNV, CIU por ejemplo estarian encatados en un estado federal republicanoy no son de izquierdas. Salud y republica